Dos tercios de españa están en riesgo de desertificación


Más de dos terceras partes del territorio español se encuentran en riesgo de desertificación por ser áreas áridas, semiáridas o subhúmedas secas, según afirma el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Este miércoles se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Medio Ambiente, que se basa en la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, precisa en su web que las zonas susceptibles de sufrir este proceso son las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, es decir, las zonas en las que la proporción entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre 0,05 y 0,65.
La evapotranspiración potencial es la cantidad de agua devuelta a la atmósfera en estado de vapor por un suelo que tenga la superficie completamente cubierta de vegetación y en el supuesto de no existir limitación en el suministro de agua (por lluvia o riego), para obtener un crecimiento vegetal óptimo. Además, expresa la demanda de agua por la atmósfera y las plantas en un lugar determinado.
“De acuerdo a esta definición, amplias zonas de nuestra geografía se encuentran potencialmente afectadas por el proceso. De hecho, más de dos terceras partes del territorio español pertenecen a las categorías de áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas en situación de riesgo”, precisa Medio Ambiente.
El departamento dirigido por Isabel García Tejerina asegura que la combinación de factores y procesos como la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales, la sobreexplotación de acuíferos, etc., da origen a los distintos paisajes o escenarios típicos de la desertificación en España.
DOCE MILLONES DE HECTÁREAS
Por otro lado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirma que la degradación de las tierras y la desertificación menoscaban los derechos humanos, empezando por el derecho a la alimentación, y que cerca de 1.000 millones de personas carecen de una nutrición adecuada y las que viven de las tierras degradadas se encuentran entre las más afectadas, situación que podría empeorar si la degradación de las tierras, según se prevé, llegara a reducir la producción mundial de alimentos en un 12% para 2035.
En un mensaje con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, recogido por Servimedia, Ban añade que la seguridad alimentaria también se ve afectada por la disminución de los recursos hídricos, puesto que, debido a la degradación de la tierra, se almacenan menos agua y nieve en los suelos. “En 10 años, dos de cada tres personas en el mundo podrían estar viviendo en condiciones de estrés hídrico”, apunta.
“Degradamos 12 millones de hectáreas de tierras productivas cada año, lo que equivale a una zona del tamaño de Honduras o Benin. Más de la mitad de nuestras tierras agrícolas están degradadas y sólo el 10% de estas está mejorando. Alrededor de 500 millones de hectáreas podrían restablecerse de forma eficaz en función de los costos, en lugar de ser abandonadas”, recalca.
Ban subraya que “si no podemos cambiar la forma en que utilizamos nuestras tierras, tendremos que convertir cada año una superficie del tamaño de Noruega en nuevas tierras agrícolas para atender las futuras necesidades de alimentos, agua dulce, biocombustibles y crecimiento urbano”, lo cual “causaría deforestación y otros efectos negativos en el medio ambiente”.
Por su parte, la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN) señala que el hecho de que más de 12 millones de hectáreas de tierra productiva se pierden cada año debido a la desertificación y la sequía equivale a más de 20 millones de toneladas de granos que podrían haber sido cultivados.
“Con una población mundial de 9.000 millones en 2050, la lucha contra la desertificación y la sequía es un problema mundial con graves consecuencias para la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica, la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible”, apostilla.

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