El simbolismo sigue vivo en el cine actual, según Jesús Palacios

  • Amanda Romano.

Amanda Romano.

Valladolid, 12 ago.- El movimiento simbolista ha estado presente en el cine de las primeras décadas del siglo veinte, con filmes como "Nosferatu" (1922), ejemplo del expresionismo alemán, y a la vez está vivo en el cine de hoy día como estética cinematográfica en películas como "El laberinto del fauno" (2006).

El historiador y crítico Jesús Palacios, quien ha destacado estos ejemplos, ha opinado hoy en declaraciones a Efe que "el cine expresionista alemán tiene más relación con el simbolismo que con el expresionismo, a pesar de lo que se pueda creer".

Palacios, colaborador de la revista Fotogramas, ha participado hoy en la 51 edición del Curso de Cinematografía, que promueve la Universidad de Valladolid, con una conferencia sobre la relación del simbolismo dentro del cine, una corriente a la que, a su juicio, "no se ha dado la importancia que tiene".

El movimiento simbolista se originó en Francia en el siglo XIX a raíz del poemario "Las flores del mal" de Charles Baudelaire, publicado por primera vez en 1857.

Más adelante, los poemarios "Iluminaciones" y "La temporada en el infierno" de Arthur Rimbaud fueron decisivos en los inicios de este movimiento.

Dentro del cine expresionista alemán, al que Palacios prefiere llamar fantástico, hay grandes ejemplos de la influencia del simbolismo, entre los que ha citado "Nosferatu" (1922), adaptación de la novela de Bram Stoker "Drácula", que el director Murnau ambientó en la Alemania derrotada.

Setenta años después de "Nosferatu", en 1992 Coppola recurrió también a esta novela para dirigir una adaptación que tituló "Drácula, de Bram Stoker".

"Amanecer" (1927), película que Murnau realizó en su etapa hollywoodiense, es también un claro ejemplo del cine expresionista alemán.

Esta cinta obtuvo tres Óscar en la primera edición de los premios del séptimo arte, mejor película por calidad artística, mejor actriz principal y mejor fotografía, y también fue nominada en la categoría de mejor dirección artística.

También data del año 1927 la cinta del alemán Frtiz Lang titulada "Metrópolis", película de ciencia ficción que predice cómo será una ciudad en pleno siglo XXI, concretamente en el año 2026.

Aparte de esta corriente alemana, según ha explicado Palacios, el simbolismo también ha estado presente en "Cabiria" (1914), exponente del cine mudo italiano, dirigida por Giovanni Pastrone, en la que se narra una historia ambientada en las Guerras Púnicas.

Palacios ha considerado que las características del simbolismo pueden estar presentes, no sólo en el género fantástico, sino también en otros géneros cinematográficos que utilicen elementos como el misterio, el esoterismo o el ocultismo.

En este sentido, el crítico ha destacado que el cine de terror "bebe del simbolismo debido a la naturaleza de los temas".

Así, el italiano Michele Soavi, hijo de pintores, se inspiró en los grandes pintores simbolistas para rodar "Mi novia es un zombie" del año 1994.

Como ejemplo español, Palacios ha citado al cineasta Guillermo del Toro, quien introduce referencias pictóricas concretas en dos de sus películas, "Cronos" (1993) y "El laberinto del fauno (2006).

El ciclo de cine que promueve la Universidad de Valladolid continúa hoy con la proyección de "El desencanto" (1926), de Jaime Chávarri, un documental centrado en la vida del poeta Leopoldo Panero.

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