Europa nuevamente bajo presión tras la llegada de miles de migrantes a Atenas

  • Miles de refugiados e inmigrantes, muchos de ellos sirios, llegaron este miércoles al puerto del Pireo, en Atenas, con el objetivo de seguir su periplo hacia el norte de Europa, en un nuevo episodio de la grave crisis migratoria que divide a los países europeos.

También este miércoles al menos doce sirios, entre ellos cinco niños, se ahogaron frente a las costas de Turquía al naufragar dos embarcaciones que habían salido de la ciudad turca de Bodrum e intentaban llegar a la isla griega de Kos, puerta de entrada a la Unión Europea.

Otros 3.000 pudieron ser salvados por la guardia costera italiana en el Mediterráneo en las últimas 24 horas.

Únicamente en el puerto de Pireo, cerca de 4.500 refugiados llegaron el miércoles, después de que las autoridades griegas los trajeran desde Lesbos, una isla del mar Egeo que en los últimos días ha visto llegar a miles de personas desde Turquía.

Lesbos, igual que Kos, también en el Egeo, se han convertido en el punto de entrada a Europa de refugiados que huyen a través de Turquía de los conflictos armados en Oriente Medio y África.

La mayoría de ellos quieren continuar su viaje hacia el norte de Europa a través de los Balcanes, en la crisis migratoria más grave en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.

Tras una reunión de crisis, el gobierno griego anunció la creación de una "célula de coordinación" con representantes de los ministerios de Interior y Salud y de las fuerzas de seguridad así como un apoyo económico a las islas del mar Egeo.

Sin embargo "la resolución de la crisis migratoria necesita la intervención inmediata de la Unión Europea y la cuestión tiene que ser llevada a Naciones Unidas", dijo el viceministro griego de política migratoria, Ioannis Mouzalas.

En Hungría, uno de los países de entrada de los migrantes que quieren llegar a Alemania, la tensión sigue creciendo y 2.000 personas seguían acampando delante de la estación de Keleti de Budapest o en una zona de tránsito del edificio. Un centenar de ellos se manifestaron para expresar su descontento.

El intento de los migrantes de llegar a Alemania se explica por la decisión del gobierno de Berlín de no devolver a los sirios al país por el que entraron a la Unión Europea, en este caso Hungría, y de examinar sus demandas de asilo.

Según las autoridades alemanas, cerca de 3.500 demandantes de asilo llegaron el lunes y el martes a la región de Baviera procedentes de Austria, una cifra récord, y según la policía el ritmo de entrada de los migrantes este miércoles era de más de 100 personas por hora.

Viena alzó el tono el miércoles contra la decisión alemana, que va en contra de los acuerdos de Dublín, según el cual el postulante al asilo debe presentar su solicitud al estado miembro donde ingresó por primera vez a la Unión Europea.

"Siempre he advertido contra una suspensión de los acuerdos de Dublín (...) estamos viendo los efectos ahora", lamentó el ministro del Interior, Johanna Mikl-Leitner, en una entrevista con el diario Die Presse.

Para hacer frente a la llegada de miles de personas que huyen de la guerra, la persecución y la pobreza en Oriente Medio y África, "lo más importante es llevar paz y estabilidad", dijo el primer ministro David Cameron.

"No creo que la respuesta sea recibir a más y más refugiados", añadió, en declaraciones a la BBC.

El riesgo de que esta crisis haga tambalear la libertad de movimiento en la UE, uno de los mayores logros de la construcción europea, comienza a surgir.

La actual crisis migratoria está "destrozando" el espacio Schengen de libre circulación, afirmó el jefe de la diplomacia eslovaca Miroslav Lajcak. "Los migrantes pasan libremente por países que son responsables de proteger sus fronteras", lamentó.

La puesta en marcha de una respuesta conjunta de todos los países europeos será el tema central de una reunión, el próximo 14 de septiembre, entre los 28 países de la Unión Europea.

"Tenemos que seguir trabajando para poner en marcha una política común de asilo (...) y no para acusarnos mutuamente", dijo el martes la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel.

Alemania, que prevé registrar este año un número récord de 800.000 demandas de asilo, quiere establecer una cuota de refugiados por país, algo que rechazan muchos estados de la UE.

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