Radiografía del CCAES

Estos son los ocho 'soldados' del ejército de Simón en la gestión del virus

Un documento desglosa la información del puñado de funcionarios que trabaja en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias junto a Simón.

Fernando Simón
Estos son los ocho 'soldados' del ejército de Simón en la gestión del virus.
EFE

Fernando Simón ha sido el rostro visible del flujo diario de información sobre la pandemia que el Gobierno decidía trasladar a la ciudadanía. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad coordina un equipo de ocho funcionarios que gestiona la ingente cantidad de datos sobre la evolución del virus en España. Su identidad se desconoce, al igual que la de los miembros del comité de expertos que toma las decisiones sobre la desescalada-, pero un documento del Portal de Transparencia con fecha de este jueves ofrece algunas pistas sobre los perfiles que conforman el equipo.

Fernando Simón es un funcionario nivel 30. Ocupa el máximo rango en el centro y, según el documento, es el único que ha llegado a su puesto por una libre designación. Bajo su dirección hay ocho personas que deben acceder al cargo por méritos propios: un jefe/a de área de epidemiología, un jefe/a de área de vigilancia epidemiológica y conductas de riesgo, un jefe/a de servicio, cuatro técnicos/as superiores y un jefe/a de negociado.

El documento del Portal de Transparencia también desglosa la formación de cada uno de los funcionarios pero, como en algunos balances diarios que publica el Ministerio de Sanidad, faltan datos. No especifica qué titulo académico ostentan Simón, ni cuáles las cabezas del área epidemiológica y de vigilancia, uno de los técnicos y la jefa de negociado. Así, hay incógnitas en torno a cinco de los ocho puestos. Solo se sabe que el encargado de servicios es licenciado en Medicina y Cirugía, Farmacia y Veterinaria; dos técnicos superiores tienen licenciaturas de Medicina y Cirugía; y un tercero, de Medicina.

Asimismo, Simón es el único funcionario del centro que tiene un puesto singularizado -su rol está claramente distinguido de los demás- y adscrito a la Administración del Estado autonómica y local. El resto de los miembros de la unidad ostenta puestos no singularizados y están adscritos únicamente a la Administración del Estado. Los complementos específicos en la institución van desde los 26.405,82 euros adjudicados a Simón hasta los 4.246,34 destinados al jefe/a de negociado. Los técnicos tienen un complemento de 6.586,44 euros y los jefes de área cuenta con uno de 12.772,34.

El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias tiene entre sus principales funciones desarrollar y mantener un sistema rápido de detección, comunicación, evaluación y respuesta frente a alertas, realizar un seguimiento de los requisitos sobre las capacidades sanitarias del país, coordinar la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y ser el puente de enlace entre la OMS y el Gobierno.

El Centro se ha visto de nuevo en el foco de la polémica tras la demanda interpuesta por el Sindicato del Cuerpo Nacional de Policía Jupol. La denuncia de 59 páginas acusa a Simón de presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores y prevaricación y basa sus argumentos para inculparlo en que durante las semanas anteriores a la declaración del estado de alarma -el 14 de marzo- "se permitieron en España la celebración de eventos multitudinarios sin que las autoridades competentes encargadas de velar por la seguridad en las mismas tomaran ningún tipo de medida para evitar el contagio de Covid-19, advirtieran de los riesgos a los ciudadanos o, directamente, acordaran suspensión o cancelación". Para Jupol, está acreditado que en esos días "todas las autoridades conocían la existencia de razones convincentes, imperativas y científicas, que no sólo desaconsejaban, sino que exigían, a las autoridades actuar en la contención de la propagación del virus", y no lo hicieron.

La denuncia del sindicato policial es un ejemplo más de cómo la información difundida por el centro como sus recomendaciones han estado acompañadas de polémica. Simón ha tratado de 'maquillar' las irregularidades que se han visto en los documentos que presenta en los balances diarios -'desaparición' de muertos, descenso de positivos y el aumento de recuperados- con llamamientos a la calma por la dificultad de coordinar la recogida de datos de las distintas autonomías. No es una tarea fácil. Las cifras de mortalidad del INE, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) en España, la información de comunidades como Madrid y Cataluña, los números que manejan las funerarias... Hay muchos documentos que muestran una realidad diferente  a la que recoge Simón junto a sus ocho 'soldados'.

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