Inmigración y populismo hacen sombra a crisis a seis meses de las elecciones

  • La tarea pendiente de gestionar los flujos de inmigración y el populismo que se abre camino en la Unión Europea (UE) a seis meses de las elecciones al Parlamento Europeo, han conseguido desplazar de las primeras páginas de la actualidad europea a la crisis económica.

Lara Malvesí

Bruselas, 12 dic.- La tarea pendiente de gestionar los flujos de inmigración y el populismo que se abre camino en la Unión Europea (UE) a seis meses de las elecciones al Parlamento Europeo, han conseguido desplazar de las primeras páginas de la actualidad europea a la crisis económica.

La tragedia de la isla italiana de Lampedusa, que convirtió al Mediterráneo en un cementerio con más de 300 muertos al naufragar una embarcación que intentaba alcanzar las costas de la UE, devolvió protagonismo a la inmigración, asunto que Bruselas tiene sobre la mesa desde la cumbre de Tampere de 1999.

"Los gobiernos europeos siguen sin tener voluntad política para hacer frente al problema", señaló a Efe el director del Consejo Europeo de Refugiados y Exiliados (ECRE), Michael Diedring.

Sin embargo, Italia y otros países mediterráneos que soportan la mayor presión de la inmigración que viene del norte de África, al igual que diversas ONG, reclaman con urgencia una nueva gestión de la llegada de esos migrantes indocumentados.

Los líderes de la UE en su cumbre de octubre pasado -que fue la primera en más de tres años en que la inmigración desplazó a la crisis económica como asunto central- aplazaron hasta junio de 2014, después de las elecciones europeas, cualquier toma de nuevas medidas para la inmigración, reduciendo su acción a que las ya aprobadas sean ejecutadas.

Según explicó a Efe el analista del European Policy Center (EPC), Yves Pascouau, es "poco sorprendente" la falta de avances en este asunto "sobre el que los países no quieren legislar, por no ceder soberanía en un asunto como las condiciones en las que se da entrada a un extranjero".

La precampaña de los partidos euroescépticos y de extrema derecha para las elecciones del 25 de mayo de 2014 sin embargo no aparca a la inmigración, sino que la coloca en un lugar central.

Entre otros, la líder francesa Marine Le Pen, quien dijo tras la tragedia de Lampedusa en la Eurocámara que "los políticos que lanzan el mensaje de que la UE necesita millones de inmigrantes, son los que deben soportar sobre sus hombros la culpa de todas las personas que se lanzan al mar y corren peligro".

Para el secretario general de ECRE, sin embargo, "solo hay que echar un ojo a la demografía para darse cuenta que el envejecimiento de la población obliga a Europa a abrir sus puertas a la inmigración para rellenar los huecos de muchos trabajos que deberán cubrirse en próximas décadas y siempre será mejor legislar en bloque como Unión que seguir con políticas desiguales por países".

En declaraciones a Efe Diedring apuntó que "si uno mira la historia europea del último siglo, no es nada nuevo el hecho de que aparezcan movimientos xenófobos cíclicamente tras las crisis económicas y la víctima siempre es el débil, en este caso la inmigración".

Paradójicamente, aunque la recesión económica haya terminado en la eurozona y se vislumbren ciertas señas de recuperación, esto, según las encuestas, no se traslada en una mejora de la confianza del ciudadano en las instituciones económicas en un momento clave por la inminente cita electoral.

Durante los últimos meses, cada nueva encuesta ha venido a confirmar el hundimiento de la imagen de la UE entre los propios europeos apuntado ya en el último Eurobarómetro, publicado a finales del pasado año.

En ese sondeo, un 57 % de los europeos decía no confiar en la Unión, frente a un 33 % que sí lo hace, una tendencia que contrasta con las cifras previas a la crisis, cuando el apoyo rondaba el 50 % y la percepción negativa no llegaba al 40 %.

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