Juan Lerma: Yo también pasaría de Nature y Science si me dieran el Nobel

  • El director del Instituto de Neurociencias de Alicante, Juan Lerma, ha asegurado compartir en parte las críticas del premio Nobel de Medicina Randy Schekman a las revistas científicas Nature, Science y Cell, aunque ha dicho: "Yo también me comprometería a pasar de estas publicaciones si me dieran el Nobel".

Madrid, 15 dic.- El director del Instituto de Neurociencias de Alicante, Juan Lerma, ha asegurado compartir en parte las críticas del premio Nobel de Medicina Randy Schekman a las revistas científicas Nature, Science y Cell, aunque ha dicho: "Yo también me comprometería a pasar de estas publicaciones si me dieran el Nobel".

Esta semana Schekman publicó en el diario The Guardian un artículo en el que lamentaba la "tiranía" de estas tres revistas científicas, a las que no volverá a enviar más investigaciones por considerar que distorsionan el proceso científico.

La publicaciones se defendieron y, por ejemplo, el director de Nature, Philip Campbell, dijo que su revista selecciona las investigaciones según su importancia científica y trabaja con la comunidad investigadora desde hace más de 140 años.

Consultado por Efe, Lerma ha señalado que las revistas "top" tienen el prestigio que tienen porque han publicado y vienen publicando grandes avances, lo que no quiere decir que otras más pequeñas no lo hagan, y ha agregado que "el que más y el que menos" quiere publicar en ellas.

Lerma, quien ha sido revisor de artículos en Nature y Science, ha señalado que éstas tienen la capacidad de seleccionar lo mejor, aunque ha admitido que el sistema de publicación "retrasa la difusión del conocimiento".

"Pero la culpa de esto la tienen los que ejercemos de árbitros, que parece que somos mejores si exigimos que los que presentan el trabajo contesten hasta el último detalle", ha dicho.

Ocurre que cuando un investigador quiere publicar en una revista científica -fundamental para que su investigación tenga valor- tiene que pasar varios filtros.

Primero manda el artículo a un editor, que en un primera lectura decide si encaja con la revista. Si es así, éste lo envía a los revisores -anónimos y en ocasiones hasta cuatro en las grandes publicaciones-, quienes cada uno por su lado estudian el trabajo científicamente.

Estos piden datos y hacen preguntas a los autores y con todo hacen su recomendación al editor jefe de la revista, quien finalmente decide si se publica o no.

El tiempo medio en publicar, desde los cinco meses hasta más de un año si se trata de las principales revistas.

Para Manel Esteller, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge, "es más fácil descubrir algo que publicarlo".

Los científicos saben que no todos los mejores descubrimientos están en Science, Cell o Nature, ni todos los de menor valor en otras revistas, ha manifestado.

En medicina, por ejemplo, los mejores aparecen en New England Journal of Medicine o Lancet.

Muchas veces, según Esteller, los investigadores suelen ser más o menos valorados según la revista donde publican, "hecho donde participan también círculos de influencia y áreas geográficas, como en todas las parcelas de la vida".

La situación está cambiando con la irrupción de nuevas revistas puramente "on-line" con procesos de revisión más abiertos, "aunque tampoco sabemos dónde nos conducirá esta tendencia".

Para José Manuel Fernández, joven investigador del CSIC, el debate importante es justamente éste, si investigaciones pagadas con fondos públicos se deben publicar en revistas de una editorial que hace negocio.

A su juicio, no, el sistema debería ser abierto, pero siempre asegurando al máximo la calidad científica.

Lerma ha opinado de manera similar: "Estoy a favor de la libre disponibilidad de la información, pero si no existe un filtro sería puro ruido".

Ambos han coincidido en que el número de publicaciones no debería ser lo único a la hora de evaluar a un científico.

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