Las ventas de la británica GSK caen el 61 % en China por caso de corrupción

  • Las ventas de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) en China, que es investigada desde julio por crear una red de sobornos a centros médicos para impulsar sus resultados en el país, cayeron un 61 % entre julio y septiembre por el estallido del escándalo.

Shanghái (China), 25 oct.- Las ventas de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) en China, que es investigada desde julio por crear una red de sobornos a centros médicos para impulsar sus resultados en el país, cayeron un 61 % entre julio y septiembre por el estallido del escándalo.

Según su informe de resultados del tercer trimestre, que no precisa la cuantía de sus ventas sólo en China, esto provocó que las ventas totales de GSK en Europa, Oriente Medio y Asia-Pacífico bajaran un 9 %, hasta 1.068 millones de libras (1.253 millones de euros, 1.731 millones de dólares).

Con todo, y ante la posibilidad de que China imponga multas astronómicas a la multinacional cuando concluyan las investigaciones, la firma descarta "absolutamente" la opción de retirarse del país.

"Estamos totalmente comprometidos con China", un país "de importancia crítica para el futuro", dijo el presidente ejecutivo de la compañía británica, Andrew Witty, según recoge hoy el diario oficial chino Shanghai Daily.

Las ventas de vacunas y medicamentos de GSK en China disminuyeron también un 61 % durante el tercer trimestre, señala el informe de la compañía, especialmente en los productos para enfermedades respiratorias y hepatitis, en los que los hospitales chinos parecen haber optado por las opciones de sus competidores.

Descartando China, las ventas euroasiáticas de medicamentos y vacunas de GSK aumentaron un 2 % conjuntamente durante el mismo período.

La farmacéutica explica en su propio informe de resultados que en China sus operaciones "han sido alteradas por la actual investigación de nuestro negocio".

"La República Popular de China, mediante varias agencias del Gobierno, continúa su investigación de los supuestos crímenes y violaciones de la ley por las operaciones de GSK en China", reconoce el informe, que subraya que "el grupo se toma estas acusaciones seriamente".

"Continuamos cooperando con las autoridades y seguimos completamente comprometidos con el suministro de nuestros productos a los pacientes del país", asegura el texto.

"En este momento todavía es demasiado temprano para que podamos cuantificar el impacto a largo plazo de la investigación en nuestro rendimiento en China", concluye.

GSK obtuvo el año pasado cerca del 4 % de sus ventas mundiales en China, donde ha hecho grandes inversiones y tiene ya 7.000 empleados, con cinco fábricas y un centro de investigación.

El anterior presidente de GSK para China, Mark Reilly, sustituido el 25 de julio, sigue en el país para colaborar con las autoridades chinas, que acusan a la compañía de destinar, bajo su mandato, 3.000 millones de yuanes (372 millones de euros, 490 millones de dólares) a sobornos a médicos y centros sanitarios.

Varios empleados chinos de GSK sí han sido detenidos por el caso, incluidos cuatro altos directivos de su filial en el país oriental.

Tras el escándalo de GSK, las autoridades chinas empezaron a investigar también a la farmacéutica francesa Sanofi por posible corrupción, y ha visitado plantas de las danesas Novo Nordisk y Lundbeck, la belga UCB, la británica AstraZeneca y la estadounidense Eli Lilly.

La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China protestó a principios de septiembre por lo que considera una investigación "discriminatoria" dirigida solamente contra firmas extranjeras y no contra las farmacéuticas chinas.

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