Libia. Jiménez reconoce que hay una “guerra”, pero “civil”


La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, reconoció hoy que en Libia se está librando un “guerra”, si bien matizó que se trata de una “guerra civil”.
Jiménez dijo, en declaraciones a TVE recogidas por Servimedia, que no tiene “ningún problema en pronunciar ningún tipo de palabra”, cuando se le preguntó por qué el Gobierno no habla de “guerra” con el objetivo de diferenciar este conflicto con el de Iraq, pese a que no la pronunció para referirse a la intervención.
A este respecto, la ministra dijo que “hay una diferencia" y es que "en el caso de Libia hay una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con una carga dispositiva de cómo intervenir y en el caso de Iraq no existía".
Después, la jefa de la diplomacia española afirmó que "en Libia estamos asistiendo a una guerra, lamentable es una guerra civil, es un enfrentamiento el que se está produciendo y el principio de intervención humanitaria nos permite evitar que quien detenta el uso de la fuerza, Gadafi, mate a su propia población".
Al margen de este matiz, la ministra reconoció que tanto Muamar el Gadafi como algunos otros miembros cercanos a él han intentado "entablar algún tipo de contacto" con el Gobierno de España, pero se evitó mantener ese tipo de reuniones una vez que empezó la masacre.
Tras valorar el avance de la coalición internacional en el freno de la violencia de Gadafi y de hacer efectivas las resoluciones de la ONU, añadió que “España está preparando un corredor humanitario, con otros países", y tiene previsto enviar otras 15 toneladas de ayuda humanitaria.
De las críticas a la comunidad internacional por tratar con un doble rasero los conflictos en Libia y los del resto de la zona, Jiménez defendió que en Libia se ha actuado porque está el “detonante” de la propia sociedad que se rebela y porque las autoridades usan el poder y la violencia contra su propio pueblo.
SIRIA
Ante la situación en Siria, la ministra descartó que por el momento vaya a intervenir la comunidad internacional del mismo modo que en Libia, si bien dijo que hay que “esperar cómo evolucionan los acontecimientos".
Jiménez hizo un llamamiento a la cese inmediato de la represión violenta en las calles y dio su "apoyo de forma clara y explícita" a las peticiones de reformas que pide el pueblo sirio.
Recordó que en su reciente visita a Damasco fue “contundente” con el presidente sirio, Bashar Al Assad, y le pidió reformas ante el “proceso imparable” que se vive en la región. Assad se mostró "dispuesto a abrir un proceso de reformas políticas” que “hemos visto no corresponde a la realidad", apuntó Jiménez, a la vez que insistía en que hay que esperar al devenir de la situación.
Sobre Marruecos, la ministra dijo que las reformas anunciadas por el Rey contentaron a parte de la población, si bien otra parte continúa manifestándose, "pero no hay una represión de dichas manifestaciones".
A su juicio, Marruecos ya empezó hace años las reformas y por ello "la gente se puede manifestar libremente en la calle" y "no tiene nada que ver" con las revueltas populares de otros lugares del continente africano o de los países del Golfo.
Preguntada por la situación en Japón y las críticas hacia el Gobierno nipón por falta de información, la ministra argumentó en su defensa que fueron facilitando "toda la información disponible" y aunque ésta no fuera todo lo precisa que se quería, era la que se poseía. Recordó que se trata de una de las "tragedias más importantes".

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