Desde el inicio de la crisis tras el estallido en 2008 de la burbuja inmobiliaria, España vio como sus nacionales partían al extranjero en busca de mejores oportunidades, al tiempo que muchos inmigrantes decidían regresar a sus países.
Esta última tendencia se revierte ahora por primera vez: en los primeros seis meses del año llegaron al país 134.143 extranjeros y se fueron 113.763, "el primer saldo migratorio positivo desde 2009", informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
"Los mayores crecimientos fueron para los residentes de Ucrania (3,7%), Italia (2,5 %) y Francia (1,5%). Por su parte, los mayores descensos se dieron entre los nacionales de Bolivia (-7,2%), Ecuador (-5,5%) y Colombia (-4,3%)", precisó el INE.
La rumana, con 708.390 personas, sigue siendo la comunidad extranjera más numerosa en España, seguida de marroquíes (688.693) y británicos (301.811).
Entre los latinoamericanos, los más numerosos siguen siendo los ecuatorianos con 174.372 personas (muy lejos de los 360.710 que vivían en el país a finales de 2009). Les siguen los naturales de Colombia (145.953), Bolivia (101.347) y Argentina (73.181).
Entre los españoles, sin embargo, siguen siendo menos los que regresan (23.078 en el primer semestre) que quienes se van (50.844).
De seguir así, esta última cifra superaría con creces los 80.440 españoles que dejaron el país en 2014 (después que 73.329 lo hicieran el año anterior).
Emigraron principalmente a países europeos -Reino Unido (6.078), Francia (5.026), Alemania (4.851)- y Estados Unidos (4.603). Y en menor medida a América Latina: Ecuador (4.158), Colombia (1.649), México (1.503), Venezuela (1.488) y Perú (1.458). Estas cifras incluyen a los latinoamericanos nacionalizados españoles que regresan a sus países de origen.
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