Los rebeldes chiíes insisten en su disposición a un alto el fuego con el Ejército de Yemen

  • Saná.- Los rebeldes chiíes de Yemen insistieron hoy en su disposición a alcanzar un alto el fuego con el Ejército yemení y aseguraron que no lanzarán ataques contra territorio saudí, como exigió Saná el pasado 31 de enero, mientras no sean atacados.

Saná.- Los rebeldes chiíes de Yemen insistieron hoy en su disposición a alcanzar un alto el fuego con el Ejército yemení y aseguraron que no lanzarán ataques contra territorio saudí, como exigió Saná el pasado 31 de enero, mientras no sean atacados.

"Nuestra posición no ha cambiado (respecto a Arabia Saudí), no atacaremos a nadie, excepto si nos atacan", asegura un comunicado emitido por la oficina del líder rebelde chií, Abdel Malek al Huti y difundido en una página web cercana a este movimiento.

El pasado jueves, el Consejo Nacional de Defensa de Yemen se mostró dispuesto a aceptar una oferta de alto el fuego propuesta por los rebeldes, siempre y cuando se comprometieran a no lanzar ataques contra territorio saudí, entre otras condiciones.

Las autoridades quieren que los rebeldes cumplan su compromiso de respetar unas exigencias fijadas el pasado 13 de agosto, entre ellas una retirada rebelde de las posiciones que controlan, que se reabran los pasos que llevan a la zona, y que liberen a los civiles y militares que tienen los insurgentes en su poder.

Asimismo, las autoridades insisten en la necesidad de que estos combatientes, que califica de "terroristas", devuelvan los equipos capturados al Ejército, no interfieran en la política local y no lancen ataques contra territorio saudí.

En el comunicado emitido hoy los hutíes también hacen hincapié en que "la cuestión de los prisioneros saudíes no debe ser un obstáculo si existe un deseo de alcanzar la paz".

A este respecto, la nota agrega que "esta cuestión puede ser resuelta a través del intercambio de prisioneros".

Los rebeldes subrayan: "Fuimos justos con todos ofreciendo una iniciativa para detener el derramamiento de sangre, y para impedir que haya futuras presiones y conspiraciones extranjeras contra el país".

La disposición mostrada por los rebeldes va acompañada también de una advertencia lanzada contra "aquellos que ponen excusas y más obstáculos" a la paz y a quienes que responsabiliza de la continuación de los enfrentamientos militares.

Esta advertencia parece una clara referencia a la respuesta dada por Saná a la iniciativa de alto el fuego presentada por los hutíes.

Si bien, el Gobierno yemení mostró el pasado 31 de enero su intención de aceptar una tregua, hizo hincapié en la necesidad de que los hutíes se comprometieran con no lanzar ataques contra territorio saudí antes de detener las operaciones militares, una exigencia que Abdel Malek al Huti pretende satisfacer con este nuevo comunicado.

La difusión de la nota coincide con la denuncia hecha por los hutíes de nuevos ataques de la aviación saudí contra territorio yemení.

En otro comunicado de los rebeldes, aseguran que helicópteros y aviones yemeníes lanzaron 24 ataques aéreos contra 17 puntos fronterizos durante la tarde y la noche de ayer.

Asimismo, indican que los rebeldes yemeníes repelieron dos intentos de las tropas yemeníes de avanzar en sendos frentes de la provincia de Omran, exponente de que los enfrentamientos continúan.

Los rebeldes chiíes, pertenecientes a la minoritaria secta de los zaidíes, se levantaron en armas en 2004 encabezados por Husein al Huti, padre del actual líder y acusado de incitar a sus seguidores contra EEUU e Israel y de crear un grupo armado conocido como "Los Jóvenes Creyentes".

El fundador del grupo murió en el primer alzamiento y el conflicto pasó a una etapa de combates esporádicos hasta que el 11 de agosto el Ejército yemení lanzó una ofensiva por tierra y aire para aplastar a los insurgentes en un conflicto en el que se ha visto implicada Arabia Saudí.

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