Pence aplaude a Trump por la vacuna, pero Pfizer rechazó las ayudas públicas

Poco después de que Pfizer hiciera el anuncio de que su vacuna contra la Covid-19 había demostrado ser efectiva en un 90% de casos, tras un estudio con miles de personas, el vicepresidente Mike Pence ha roto su silencio postelectoral para pregonar el respaldo de la administración Trump a la nueva vacuna contra el coronavirus, solo para ver cómo minutos después la compañía farmacéutica negaba que en el desarrollo de su vacuna haya tenido nada que ver el gobierno de EEUU.

Pero según recoge Raw Story, el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, rechazó dicha asociación ya que decidieron hace meses no aceptar la financiación del gobierno de EEUU contemplada en el programa 'Operation Warp Speed'.

Bourla dejó clara la posición de la farmacéutica hace meses en Face the Nation: "Estamos invirtiendo mil millones y medio al menos en Covid. … Quería liberar a nuestros científicos de cualquier burocracia. Cuando recibes dinero de alguien... eso siempre viene con condiciones. No quería nada de eso. Quería mantener a Pfizer fuera de la política".

Este lunes, la doctora Kathrin Jansen, jefa de desarrollo de vacunas de Pfizer, le aclaró al New York Times: "Nunca fuimos parte de Warp Speed ... Nunca hemos recibido dinero del gobierno de los EEUU. Ni de nadie".

'Operation Warp Speed' es un programa gubernamental de 12.000 millones, que comenzó en mayo, para vacunar a 300 millones de estadounidenses. Pfizer, que desarrolló la vacuna con la farmacéutica alemana BioNTech, no proporcionó todos los detalles de su ensayo clínico, pero los expertos la han calificado como un avance significativo.

Igualmente significativo es el hecho de que la empresa con sede en Estados Unidos, a diferencia de otras firmas líderes en vacunas, se negó a aceptar dinero del gobierno para investigación y desarrollo, en un intento por preservar su independencia.