Trayectoria profesional

Las tres formas de sabotear tu propio éxito (y cómo evitarlo)

Aunque el escenario de incertidumbre empresarial, económica y laboral actual sea determinante, lo cierto es que en estos tiempos el éxito se sigue midiendo fijándonos y cumpliendo objetivos. El problema es que, más allá de las condiciones externas, muchas veces somos nosotros mismos quienes saboteamos nuestro propio éxito.

Las tres formas de sabotear tu propio éxito (y cómo evitarlo)
Las tres formas de sabotear tu propio éxito (y cómo evitarlo)
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Gran parte de la culpa la tienen la ansiedad, la incomodidad o el cambio. Es normal que los consideremos enemigos de nuestro bienestar físico y emocional. Pero, según Luana Marques, profesora de Psiquiatría en Harvard, el verdadero saboteador de nuestro éxito es la forma en que reaccionamos ante ellos, tal y como explica en este artículo de CNBC.

Marques hace uso de un concepto revelador: "evitación psicológica". Este término define cualquier respuesta a una amenaza percibida que trae alivio emocional inmediato pero que conlleva consecuencias a largo plazo. En este sentido, un informe publicado en Journal of Anxiety, Stress, & Coping revelaba que el 55% de los adultos en entornos laborales muestran signos de evitación psicológica. Estos patrones de comportamiento son comunes, y cada uno de nosotros podría estar, sin saberlo, poniendo en juego nuestro futuro profesional y personal.

Para vivir una vida plena y exitosa, debemos aprender a enfrentar nuestros desafíos y temores de frente. Por eso, Marques explica tres signos comunes de evitación psicológica y cómo gestionarlos adecuadamente:

Retirada

¿Alguna vez te ha ocurrido que prefieres no afrontar un desafío laboral que te provoca ansiedad? Quizás, prefieres recurrir a una copa de vino para relajarte al llegar a casa o incluso faltas al trabajo cuando se acerca una presentación importante. Este comportamiento es lo que los expertos llaman retirada.

Qué hacer en lugar de ello: desmantela tu lógica defensiva. Pregúntate: "¿qué datos tengo para respaldar este temor?" o "¿qué diría mi mejor amigo en esta situación?". Cuestionar tu propio razonamiento puede ser el primer paso para superar esa mentalidad nociva. Según un estudio del Journal of Applied Psychology, el 42% de los profesionales evita desafíos laborales por temor a fracasar.

¿Cómo controlar reacciones impulsivas?

¿Alguna vez has enviado una avalancha de mensajes de texto o Whatsapp por el mero hecho de tener la última palabra? ¿O has consultado diez opiniones hasta encontrar una que respalde tu punto de vista? Este tipo de comportamiento impulsivo solo aumenta tu malestar y es considerado como un tipo de reacción impulsiva.

Qué hacer en lugar de ello: Haz una pausa. Respira profundamente y nombra las sensaciones que estás experimentando. El problema podría seguir ahí, pero tendrás la cabeza más clara para abordarlo.

¿Qué es la permanencia?

Si eres de los que prefieren 'quedarse donde están' en situaciones incómodas, como una relación poco saludable o un empleo que te agota mental y físicamente, estás practicando la 'permanencia'. Efectivamente, esta es la vieja táctica de no hacer absolutamente nada ante los problemas; no tomar parte ni decisiones que puedan comprometer tu estatus actual.

Qué hacer en lugar de ello: Identifica lo que realmente importa para ti y da un pequeño paso cada día en esa dirección. Podrías empezar dedicando incluso cinco minutos antes de ir al trabajo para tratar de conectar con tus seres queridos o avanzar en un proyecto creativo. De este modo, estás tomando un rol activo en la toma de decisiones que te afectan.

Evita la evitación psicológica

La evitación psicológica puede ser un lastre invisible que nos detiene en nuestro camino hacia el éxito. Sin embargo, una mayor conciencia de estos patrones y un cambio proactivo en nuestro comportamiento pueden marcar una diferencia significativa. Como dijo una vez el filósofo griego Epícteto: "No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero podemos elegir cómo reaccionamos ante ellas". Y esa elección podría definir nuestra trayectoria hacia el éxito.

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