El jurado popular, por unanimidad

La 'viuda negra' de Alicante, culpable del asesinato de su reciente marido

Tanto Conchi como Francisco, su supuesto cuidador, han señalado en sus declaraciones que fue un desconocido, al que ninguno de los dos pudieron identificar, quien asesinó a la víctima.

Viuda negra juicio
Conchi, durante el juicio. 
EFE

Conchi, conocida como la 'viuda negra' de Alicante, y su amigo que actuaba como cuidador han escuchado el veredicto del jurado. Se sientan en el banquillo por el asesinato de José Luis Alonso, camionero jubilado de 69 años, con el que se casó apenas 15 días antes tras fingir una discapacidad física y moverse en silla de ruedas. Tras una semana de juicio el jurado popular de la Audiencia Provincial de Alicante ha tomado esta madrugada una decisión por unanimidad: "Culpables". Un exmarido de ella dejó claro ante los micrófonos de Telecinco que "por 100 euros es capaz de matar". Su hijastro también: "Si yo fuera jurado le caería la mayor pena posible".  Las declaraciones de ambos en las primeras sesiones del juicio quedaron en evidencia tras el testimonio de una testigo cualificada: una policía fuera de servicio que pasaba justo en el momento en el que la víctima estaba siendo atacada por ellos. Desde ese momento muchas fueron las versiones que dio Conchi, apuntando en el último momento al hijo de su marido como culpable asegurando que segundos antes de morir "en mis brazos me dijo mi hijo me la ha clavado en el corazón". 

El crimen ocurrió el 20 de agosto de 2018, en una zona de aparcamiento de la Playa de la Albufereta de Alicante. Conchi se había casado hacía dos semanas con la víctima, al que conoció a través de su cuidador, en una procesión de la Virgen de la Salud, aunque nunca llegaron a compartir vivienda. Conchi y su marido se citaron el día del suceso, el 20 de agosto, en el aparcamiento de la playa para ir a cenar a un bar al que habían ido en dos ocasiones anteriores. Según el relato del ministerio público, ambos se abalanzaron sobre la víctima, lo arrojaron al suelo y le clavaron repetidamente destornilladores hasta causarle la muerte. Durante su declaración ante el jurado, Conchi negó los hechos y aseguró que había encontrado a su marido en el suelo y éste había incriminado en los hechos a un hijo suyo. "Le ví en el suelo y balbuceó algo así como 'mi hijo me la clavó en el corazón'", relató.

Según su relato, se desplazó a la playa con su cuidador, porque era su chófer, y al llegar al aparcamiento, éste le preparó para sacarle del coche y se fue al maletero a coger su silla de ruedas. Tras ello, según relató, oyó a su amigo gritar y pedir ayuda, así que salió del vehículo como pudo y se arrastró hasta allí: "Como pude, me impulsé. Medio arrastrándome... Iba como una gata". En su declaración apuntó a una tercera persona que se subió a un coche, pero explicó que no le reconoció la cara. "Sueño mucho con esta persona para intentar averiguar quién era, pero no lo sé", añadió.

Una agente de Policía fuera de servicio que acudió al lugar de los hechos incriminó a la pareja en la agresión. Según Conchi, la agente le decía que habían matado a la víctima para coger su dinero y el seguro de vida, aunque ella se lo negó. "Yo decía que no era cierto, que yo sepa mi marido no tenía seguro de vida ni bienes de nada", explicó. Los pilló 'in fraganti'. "La víctima estaba en el suelo, el hombre dio su última acometida y la mujer le agarraba la cabeza", manifestó esta policía, que prestó declaración como testigo el pasado martes.

"La víctima daba pasos hacia atrás, se trastabilló y cayó", momento en que la viuda negra se aproximó a pie hacia la víctima y le agarró de la cabeza mientras su cómplice le atacaba mortalmente. La testigo aseguraba que decidió salir corriendo e intervenir al ver que eran dos personas contra una y "los movimientos de la mano" del atacante. Además, escuchó "gritos desgarradores de dolor", unos "gritos que no los da una persona que ha recibido un pescozón" sino que "eran de dolor y mucho miedo".

Con más de 30 años de servicio, la agente ha identificado en la sala a Conchi y Francisco como autores del ataque. "Cogí al hombre, lo enganché por un hombro y lo aparté de la víctima", relataba, "y vi que llevaba un destornillador en la mano". Entonces, le gritó: "¡Hostias, lo habéis matado!" y, según su versión Conchi, que continuaba junto al cuerpo de su marido, empezó a contarle que "era un borracho (la víctima) y que dos negros le habían pegado una paliza". La testigo subrayó que, entonces, les mostró su placa identificativa de policía y ha añadido que "lo único que me salvó fue plantarle la placa en las narices" a Francisco.

A partir de ahora, el juez tendrá que imponer la pena correspondiente. La Fiscalía ha pedido 30 y 28 años de prisión para Conchi y Francisco, respectivamente, por el delito de asesinato con las agravantes de ensañamiento y aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo, que en el caso de la mujer suman además la de parentesco.

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