Solo en España, durante las primeras semanas del confinamiento la demanda de ancho de banda aumentó casi un 40%, el crecimiento del tráfico de datos se incrementó un 50% y la voz móvil creció un 25%. Unas cifras que demuestran que la declaración del estado de alarma a causa de la pandemia de COVID-19 y la obligación de permanecer en los domicilios se tradujeron en un mayor uso de internet. Los españoles estuvieron más tiempos conectados gracias a una red fuerte como la de Telefónica, que pudo hacer frente a una situación sin precedentes.
Las redes fijas y móviles de la compañía, uno de sus pilares estratégicos, cumplen con el compromiso de conectividad para todos, el cual se ha hecho evidente para la sociedad, sus ciudadanos y el tejido tanto empresarial como educativo durante la crisis sanitaria. La responsabilidad que asume Telefónica se traduce en más de 1,6 millones de kilómetros de fibra y el establecimiento de una red fuerte que sirve a 14 países.
Una red sólida y a la vanguardia
La sociedad de hoy en día no está dispuesta a renunciar a una conectividad como la que ofrece Telefónica. La solidez de su red se debe a la inversión que realiza la compañía, parte de un compromiso por mantener unas telecomunicaciones que funcionen a pleno rendimiento.
En concreto, la media de inversión anual de Telefónica es de 8.000 millones de euros, una cantidad que forma parte de su planificación estratégica, la misma que ha conseguido demostrar su importancia y su fiabilidad durante la pandemia.
La solidez de la red de la compañía se debe a su planificada inversión
Además de mantener dicha financiación, las redes de la compañía se mantienen en constante evolución y a la vanguardia tecnológica, ya sean fijas o móviles. Fruto de esta estrategia es que el número de unidades inmobiliarias pasadas con fibra superan los 133 millones, con una subida de un 10% interanual, de acuerdo con los últimos datos recogidos a fecha 30 de septiembre. Y, con respecto a la red móvil, la cobertura de 4G es del 82% (incremento del 3% interanual), siendo en Europa del 99% y en Latinoamérica del 75%.
La innovación de Telefónica queda patente en que el 74% de sus accesos a banda ancha son ya de redes ultra rápidas y, cómo no, en la llegada del 5G, donde la compañía ya tiene encendida su red en sus cuatro mercados clave: España, Brasil, Reino Unido y Alemania.
Esta apuesta por el futuro en los cuatro mercados principales en los que opera concuerdan plenamente con el plan de acción que la compañía presentó hace un año y con el que sentó las bases para construir la Nueva Telefónica.
Este plan gira en torno a tres ejes: el primero, priorizar los mercados donde puede ser relevante (España, Brasil, Reino Unido y Alemania) y crecer con un modelo sostenible a largo plazo; el segundo, impulsar las oportunidades de mayor potencial de crecimiento, apalancando a la vez el valor de las infraestructuras de la compañía, de ahí la creación de las unidades de Telefónica Tech y Telefónica Infra; y el tercero, incrementar la agilidad y mejorar la eficiencia. Telefónica está cumpliendo con el plan y con sus objetivos y, al mismo tiempo, está cumpliendo con su responsabilidad social en medio del difícil contexto actual al garantizar las telecomunicaciones y la conectividad gracias a la robustez de sus redes.
El plan de acción que presentó hace un año sentó las bases para construir la Nueva Telefónica
Ecología y eficiencia
Ofrecer un servicio tecnológico y de telecomunicaciones de calidad no tiene por qué estar reñido con el respeto al medio ambiente. Prueba de ello son las redes verdes de Telefónica, cuya fibra es un 85% más eficiente que el cobre, su predecesor.
Junto con su mayor eficiencia, el uso de este tipo de redes ha permitido ahorrar 346 GWh en los últimos cuatro años, evitando la emisión a la atmósfera de 93.297 toneladas de C02, el equivalente al carbono capturado por 1.543.000 árboles. Así son las redes de Telefónica: eficientes, innovadores y sostenibles.
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