Los retos de Buch

El BCE fija la liquidez y el riesgo climático como prioridades de supervisión en 2024

El Consejo de Supervisión del organismo que dirige Lagarde someterá a la banca el próximo año, como principal novedad, una prueba estrés en resiliencia cibernética para averiguar si son capaces de resistir a los hackers.

Claudia Buch
Claudia Buch
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A finales de diciembre, Andrea Enria, el que hasta la fecha ha sido el jefe de supervisión bancaria de la eurozona, dejará su cargo. Le sustituirá la alemana Claudia Buch, que tiene fama de dura. Sin embargo, en su despedida, Enria ha dejado el camino marcado a su sucesora y ha identificado las tres prioridades de supervisión para el próximo trienio, hasta 2026.

Estas tres necesidades, ha adelantado el propio Enria, "se centran tanto en los riesgos a corto plazo para el sector bancario como en la necesidad de abordar desafíos más estructurales a medio plazo".  La primera es la liquidez, que los episodios acontecidos en marzo pusieron sobre la mesa. De esta manera, a raíz del conato de crisis financiera vivida en marzo se revisará la liquidez de los bancos. Esto podría implicar que revisar semanalmente estos niveles.

También se pondrá el foco en los planes de financiación de los bancos que han virado al alza por la subida de los tipos de interés. Dentro de este apartado, el BCE pondrá el foco en el riesgo crediticio, prestando especial atención a los préstamos inmobiliarios comerciales y residenciales.

Un segundo apartado donde el BCE vigilará de manera especial, aunque ya no es novedad, será el de la gestión de riesgos climáticos y medioambientales. "Varios bancos no cumplieron con nuestro plazo provisional de marzo de 2023 para realizar una evaluación de materialidad adecuada del impacto de los riesgos ambientales y relacionados con el clima en sus carteras. Como resultado, emitimos decisiones de supervisión vinculantes exigiendo a los bancos que subsanen las deficiencias en sus controles de riesgo en esta área, incluida una posible imposición de multas periódicas si los bancos no cumplen", ha recordado Enria.

Recientemente, un informe conjunto del BCE y del JERS (la Junta Europea de Riesgo Sistémico)  ha señalado que los bancos de la eurozona están significativamente expuestos a empresas y hogares con altas emisiones, con riesgos climáticos futuros infravalorados y insuficientemente asegurados. Asimismo, señaló que "la fuerte dependencia económica de los ecosistemas naturales podría exacerbar los riesgos para la estabilidad financiera relacionados con el clima".

Al respecto, en el documento se hace un llamamiento a la banca para que aceleren la solución a las deficiencias identificadas en la gobernanza interna y completen su alineación con las expectativas de supervisión sobre la gestión eficaz de los riesgos ambientales y relacionados con el clima.

Finalmente, el BCE revisará la supervisión en la gobernanza de los bancos europeos, ya que algunas entidades, como ha recordado el organismo, "no han logrado abordar adecuadamente las debilidades significativas en el funcionamiento y las capacidades de dirección de sus órganos de gestión, y en las capacidades de agregación de datos de riesgo y presentación de informes, que son esenciales para la evaluación general y la gestión de los riesgos de los bancos. exposiciones". 

Y es que a partir de 2024, el BCE ha adelantado que se aplicarán cada vez más mecanismos y herramientas de escalada, posiblemente incluyendo medidas coercitivas y sanciones, para garantizar que los bancos aborden estas deficiencias.

Nuevas pruebas de resistencia sobre ciberriesgos

Ya a medio plazo habrá nuevos focos de supervisión que estarán relacionados con la transformación digital. Como principal novedad, Andrea Enria ha adelantado que su sucesora llevará a cabo una prueba de resistencia temática sobre ciberresiliencia en 2024 para evaluar la capacidad de los bancos para responder y recuperarse de los ciberataques. La prueba de estrés enfrentará a los bancos a un escenario severo relacionado con la cibernética, evaluando su capacidad operativa para gestionarlo y recuperarse del mismo. 

De hecho, Funcas recuerda que un reciente informe ha constatado un aumento en el número de ciberataques que sufren las empresas de servicios financieros europeas. El documento revela que recibe más ataques de denegación de servicio (DDoS, por sus siglas en ingles) que el de los videojuegos. A ello se añade que las estrechas interconexiones financieras y tecnológicas dentro del sector bancario pueden facilitar la rápida propagación de ataques a través de todo el sistema, causando potencialmente perturbaciones generalizadas y pérdida de confianza. La ciberseguridad es una clara amenaza para la estabilidad financiera. 

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