EL FROB NO HA ACORDADO CON EL SANTANDER UN ESQUEMA DE PROTECCIÓN ANTE POSIBLES QUERELLAS DE ACCIONISTAS DEL POPULAR

- Defiende que la venta del banco ha sido un proceso “abierto y concurrente”. El acuerdo sellado entre el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y Banco Santander para la adquisición de Popular no recoge “garantía alguna que incluyera posibles daños o indemnizaciones en materia legal”, relacionadas, por ejemplo, con posibles querellas de los accionistas del grupo vendido.
Así lo indicaron fuentes del Frob, que explicaron que “no ha existido ninguna ayuda pública ni esquema de protección ante contingencias legales”.
Esta operación ha sido la primera liderada por el Fondo Único de Resolución Europeo y la adquisición del Popular por el Santander se ha hecho al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria en una transacción de carácter privado.
Desde el Frob señalaron que “cuando se produce la inviabilidad de un banco no hay situaciones sin dolor”. Lo que ha sucedido, explicaron, es que los accionistas y los tenedores de deuda han absorbido el impacto del proceso y con la venta del banco se ha logrado restablecer la viabilidad y el funcionamiento ordenador de la entidad.
“Siempre hay un escenario de impacto, y los accionistas son los primeros que han de absorber pérdidas”, expuso el Fondo, para agregar que “el proceso no ha sido inocuo para los accionistas”, pero es el que establece la normativa europea.
VENTA “ABIERTA Y CONCURRENTE”
Por otra parte, el Frob defendió que el proceso de venta de Banco Popular, una vez determinada su inviabilidad, ha sido un proceso “abierto y concurrente”, aunque por confidencialidad no facilitó información de las entidades que participaron en el mismo.
El procedimiento comenzó a materializarse, explicaron, de forma concreta a partir del procedimiento privado que tenía en curso la entidad. Dada la “extrema urgencia”, indicaron, la Junta Única de Resolución consideró adecuado dar continuidad al proceso que había como “punto de partida útil”.
“Se trata de un proceso rápido pero transparente, neutral y no discriminatorio”, afirmaron desde el Frob, aunque apuntaron que no podían dar más información que la del ganador de la puja.
En cuanto a los criterios para escoger al Santander, apuntaron que una vez logrado el objetivo de la estabilización “la razón es fundamentalmente de precio”, ya que uno de los objetivos es la “maximización” financiera.
“Lo que no puede generar un proceso de venta es un nuevo problema”, comentaron, aunque no entraron a señalar si otras posibles ofertas pedían, por ejemplo, ayudas públicas, ya que el Santander pagó un euro por el Popular.
Respecto al hecho de que la entidad hubiera superado las últimas pruebas de resistencia de las autoridades europeas, desde el Frob señalaron que es algo que corresponde valorar a los propios supervisores.
“Cuando todo eso ha sido insuficiente, entramos nosotros”, apuntaron desde el Fondo, para agregar que “por mandato legal no podemos añadir mucho más a este debate sobre inconsistencias en materia supervisora”.
Sobre cómo se determinaron las provisiones necesarias en la operación, fuentes del Frob afirmaron que no ha habido una decisión de provisiones que se tuviera que votar, sino que lo que hicimos fue poner en marcha la venta del negocio como instrumento de resolución.
Para garantizar que tenía un sustento valorativo, un experto independiente hizo una valoración provisional de la entidad, que recogía un escenario central que estimaba un valor negativo de 2.200 millones de euros en la entidad.

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