El objetivo de estos grupos automovilísticos es crear rápidamente un "considerable número" de estaciones para que los conductores de vehículos eléctricos puedan realizar viajes de larga distancia, algo que supondrá un "paso importante" a la hora de facilitar la adopción de los vehículos eléctricos de batería (BEV), según han informado en un comunicado.
Esta red de recarga, que tendrá una potencia de hasta 350 kilovatios (kW), será "significativamente más rápida que la mayoría de los sitemas de recarga implementados hasta ahora", según estas empresas.
La construcción de la red está prevista para 2017, con un objetivo inicial de 400 puntos de recarga en Europa, y en 2020 los consumidores tendrán acceso a "miles" de puntos de recarga, de acuerdo con estos cinco grupos.
La red de puntos de recarga se basará en la tecnología estándar del Sistema de Recarga Combinado (CCS) y los vehículos eléctricos de batería que puedan utilizar la potencia de estas estaciones podrán cargar la batería independientemente de la marca a la que pertenezcan.
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