El aceite de oliva es un alimento básico de la dieta mediterránea que durante mucho tiempo ha sido un básico de la cesta de la compra. Sin embargo, en los últimos años ha experimentado un gran aumento de precio que ha provocado que sea todo un lujo para muchas familias. Por este motivo, son cada vez más quienes buscan alternativas.
Una de ellas es el aceite de aguacate o palta, una opción saludable y deliciosa que aporta distintos beneficios saludables para el organismo. Gracias a su composición en ácidos grasos buenos, contribuye a reducir el colesterol malo (LDL) y triglicéridos en personas hipercolesterolémicas como con diabetes tipo 2, lo que supone una reducción en el riesgo de sufrir un problema cardiovascular.
Entre otros de sus beneficios se encuentra su capacidad para ayudar a prevenir problemas del corazón, reducir la hipertensión, revertir la artritis o favorecer el control del azúcar en sangre, así como su ayuda para mejorar la salud de las encías, entre otros.
Además, al igual que sucede con el aceite de oliva, el de aguacate goza de una gran versatilidad, por lo que se puede usar para aliñar todo tipo de pescados y carnes, así como para aderezar ensaladas o para freír, caracterizándose por aportar un sabor más neutro que el de oliva y una textura con mayor densidad. A la hora de usar el aceite de palta en frituras, la temperatura ideal para ello son 200 grados centígrados.
Otras alternativas saludables
Además del aceite de aguacate, podemos encontrar otras alternativas interesantes al “oro líquido” por ser saludables y baratas, como es el caso del aceite de linaza, que procede de las semillas de lino y que posee un alto contenido nutricional, destacando especialmente sus ácidos omega-3 que ayudan a mejorar la salud cardiovascular.
También hay que mencionar al aceite de coco, que tiene un alto contenido en grasas saturadas saludables y que ayuda a generar saciedad y contribuir a un aumento del gasto energético, por lo que tiene cualidades que favorecen el control del peso. Debido a su aroma tropical y alto contenido en ácido láurico, es considerado una de las mejores alternativas al aceite de oliva virgen extra para freír y hornear.
Por otro lado, hay que hacer mención al aceite de girasol alto en oleico, un ácido graso monoinsaturado que también está presente en el aceite de oliva y que tiene beneficios en la salud cardiovascular. Es adecuado para freír y cocinar a altas temperaturas sin que pierda sus propiedades.
Para finalizar, podemos hablar del aceite de nuez como alternativa saludable al aceite de oliva, si bien en su caso tiene un sabor intenso que lo hace más indicado para aquellos casos en los que se le quiera dar un ligero que a nuez a las elaboraciones preparadas. De hecho, con frecuencia se usa en platos de pescado, de aves o ensaladas.
