Al menos doce empresas disputarán subasta de 240 concesiones de gas en Brasil

  • Doce empresas depositaron las garantías exigidas para disputar la subasta que el Gobierno brasileño realizará mañana y el viernes para ofrecer concesiones para explorar y explotar 240 bloques con reservas de gas en siete diferentes cuencas sedimentares, informaron hoy fuentes oficiales.

Río de Janeiro, 27 nov.- Doce empresas depositaron las garantías exigidas para disputar la subasta que el Gobierno brasileño realizará mañana y el viernes para ofrecer concesiones para explorar y explotar 240 bloques con reservas de gas en siete diferentes cuencas sedimentares, informaron hoy fuentes oficiales.

Será la primera vez que Brasil otorgará licencias para explorar y explotar en el país el llamado gas no convencional, cuyas técnicas de producción, como la fragmentación hidráulica, son cuestionadas y hasta prohibidas en algunos países.

De las 21 empresas habilitadas para disputar la subasta, 12 depositaron las garantías financieras que les permiten presentar ofertas por los bloques, que serán otorgados al mejor postor, dijo a Efe un vocero de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP, regulador).

"Las empresas que no depositaron las garantías podrán optar por las concesiones pero asociadas en consorcios a las petroleras que sí lo hicieron", aclaró el vocero.

Los bloques que la ANP ofrecerá en una subasta en un hotel de Río de Janeiro están ubicados principalmente en tierra y tiene potencial para la producción de gas natural y de gas no convencional, aclaró la presidenta de la ANP, Magda Chambriard.

Las licencias para explorar esas áreas serán ofrecidas en la duodécima ronda de subastas de concesiones organizada por la ANP desde 1998, cuando Brasil puso fin al monopolio de la estatal Petrobras sobre los hidrocarburos y abrió el sector a la inversión privada.

Esa será la primera subasta exclusiva de áreas con potencial de gas, ya que hasta ahora la ANP ha dado prioridad a bloques marinos y terrestres con potencial de petróleo.

Igualmente, será la primera subasta dirigida a atraer inversión para el gas no convencional, como el producido por la fragmentación en esquistos, un segmento de gran potencial y que ha ayudado a Estados Unidos a reducir su dependencia de combustibles importados.

Así como la undécima ronda de subastas, realizada en mayo pasado, la de este jueves incluirá bloques en estados de poca tradición petrolera de Brasil, en un intento por diversificar geográficamente las inversiones en el sector de petróleo en el gigante suramericano, hasta ahora concentradas en áreas marinas y en pocos estados.

Los bloques ofrecidos, con un área total de 168.348 kilómetros cuadrados, están ubicados en los estados de Amazonas, Acre, Tocantins, Alagoas, Sergipe, Piauí, Moto Grosso, Goiás, Bahía, Maranhao, Paraná y Sao Paulo.

De las áreas, 110 está en nuevas fronteras de exploración en las cuencas de Acre, Parecis, San Francisco, Paraná y Parnaíba.

"Es una forma de atraer inversión para regiones aún poco conocidas o con barreras tecnológicas a ser vencidas, y de permitir el surgimiento de nuevas áreas productoras", según un comunicado de la ANP.

Los otros 130 bloques están ubicadas en cuencas maduras del Recóncavo y de área Sergipe-Alagoas y su adjudicación "puede darle continuidad a la exploración y a la producción en esas regiones", agregó el órgano regulador.

En su última subasta de concesiones, en mayo pasado, la ANP otorgó licencias a 30 empresas, 18 de ellas extranjeras, para explotar 142 bloques en áreas fuera de las grandes cuencas marinas en las que Brasil extrae más del 90 por ciento de su petróleo.

La ANP recaudó en la subasta de mayo un récord de 2.800 millones de reales (unos 1.272 millones de dólares) pese a no ofrecer ni las llamativas cuencas marinas ni el presal, un nuevo horizonte de explotación descubierto en aguas muy profundas del océano Atlántico que puede convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores.

En octubre, el órgano regulador concedió derechos sobre Libra, un yacimiento del presal y el mayor ya descubierto en el país, a un consorcio integrado por Petrobras (40 %), la francesa Total (20 %), la anglo-holandesa Shell (20 %) y las chinas China National Corporation (10 %) y China National Offshore Oil Corporation (10 %).

Ese consorcio pagó un canon de 15.000 millones de reales (unos 6.820 millones de dólares) y se comprometió a entregarle al Estado un 41,65 % de su petróleo excedente, es decir del que sobre una vez descontados los costos de producción.

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