Previsto para el 11 de julio

Alemania sospecha que el cese temporal del Nord Stream 1 puede ser definitivo

El Gobierno germano hace un llamamiento a la población para que reduzca su consumo de energía y alerta de que el precio del gas en los mercados internacionales se puede llegar a triplicar de confirmarse el cierre.

Gasoducto Nord Stream
Gasoducto Nord Stream
DPA vía Europa Press

Crecen los temores de un invierno en Europa sin gas ruso. El presidente de la Agencia Federal de Redes Energéticas de Alemania, Klaus Mueller, sospecha que el próximo cierre temporal del gasoducto Nord Stream 1, que Rusia suele iniciar anualmente el 11 de julio para examinar el estado de las instalaciones, puede acabar siendo el prolegómeno de una suspensión completa en represalia por las sanciones internacionales vinculadas a la invasión rusa de Ucrania. El próximo mantenimiento de rutina del gasoducto podría "convertirse en un mantenimiento político que dure más tiempo", ha avisado Mueller en comentarios a los medios del conglomerado Fuenke.

También hizo un llamamiento a la población para que reduzca su consumo de energía. Si el flujo de gas procedente de Rusia se bloquea "durante un periodo de tiempo más largo, tenemos que hablar más seriamente sobre el ahorro", consideró. Las doce semanas que faltan para el inicio de la temporada de calefacción deben aprovecharse para hacer los preparativos, ha añadido el titular del organismo que supervisa el suministro de energía en Alemania.

El ministro de Economía, Robert Habeck, ya había expresado este pasado jueves que teme que Rusia deje de suministrar gas a través del gasoducto más allá de los diez días que Rusia suele tardar en hacer la inspección. Mueller también ha avisado del peligro de un aumento drástico de los precios del gas por culpa de Rusia, que ya ha reducido considerablemente el suministro: "Debido a lo que (el presidente ruso Vladímir) Putin nos está dando con el Nord Stream 1, se puede triplicar". Además, ha instado a que se ofrezcan más facilidades a los ciudadanos: "Muchas personas no pueden hacer frente a cargas adicionales, aunque sean mínimas".

En Ucrania, el Operador del Sistema de Transmisión de Gas (TSO) ya ha informado de que el flujo de gas a través de su sistema ha caído hasta alcanzar el mínimo histórico en 30 años. "A través del TSO ucraniano en junio de este año, los volúmenes mensuales de tránsito han alcanzado un mínimo histórico desde 1991: 1.250 millones de metros cúbicos", ha explicado la compañía en un comunicado publicado en su cuenta de Facebook. La empresa comenta que los volúmenes de gas han caído un 37% en comparación con mayo de 2022; mientras que dicha cifra ha caído en un 66% si se compara con junio del año anterior. Por tanto, "Gazprom ha utilizado solo el 38% de la capacidad reservada", ha detallado el informe.

Dicha compañía ha señalado que esta situación es parte de la estrategia rusa. "El Kremlin utiliza la agresión no sólo en la dimensión militar: intentar interrumpir la temporada de calefacción en Europa es un ejemplo de una verdadera guerra híbrida", han afirmado desde TSO. "Como resultado de las acciones manipuladoras de Gazprom, los precios del gas en Europa han aumentado casi un 42% desde principios de junio", han denunciado, al tiempo que han señalado que la compañía rusa Gazprom no está cumpliendo con el contrato.

Las impredecibles respuestas rusas a las sanciones de Occidente preocupan en Estonia, Letonia y Lituania ante la posibilidad de verse súbitamente desconectadas de la red eléctrica rusa. Un cese del flujo de corriente eléctrica de Rusia supondría la "desincronización" de las redes bálticas con la red de Moscú, lo que en teoría podría afectar la calidad de la transmisión eléctrica a lo largo de líneas de alto voltaje y reducir la seguridad general del abastecimiento eléctrico.

En términos simples, la sincronización implica que los problemas de suministro, como los causados por un fallo en un central eléctrica, son compensados de forma automática por otras plantas conectadas a la red, explicó a Efe Gatis Junghans, un miembro del consejo director de Augstsprieguma tikls (AST), la operadora de la red de transmisión de alto voltaje letona. Esto quiere decir que si la red eléctrica báltica se quedase aislada por una repentina desconexión de las redes de Rusia y Bielorrusia, estaría menos protegida contra fluctuaciones de potencia.

La posibilidad de que esto ocurra se ha planteado después de que Moscú amenazase con acciones que afectasen a la población de Lituania, en represalia por la aplicación de sanciones europeas contra las mercancías transportadas al enclave ruso de Kaliningrado. No obstante, los representantes de los sistemas de transmisión de los países bálticos aseguran que hay planes listos para ser activados si Rusia corta el suministro eléctrico y que la red común de los tres estados no sufriría incidencias serias.

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