El proyecto del euro digital, lanzado en octubre de 2021, marcó el inicio de las investigaciones en su fase inicial que tenían como fin recopilar las opiniones de las partes interesadas sobre posibles soluciones técnicas para la implementación de la moneda. Ahora se ha dado un paso más para su implementación: la decisión de avanzar a la siguiente fase del proyecto será tomada por el Consejo de Gobierno del BCE el próximo el otoño, lo que permitirá al Eurosistema estar preparado para emitirlo en caso de que así lo decida.
En relación al desarrollo e investigación del euro digital, se han logrado significativos avances. De acuerdo con el cuarto informe presentado por el Banco Central Europeo (BCE), el organismo y los bancos centrales nacionales han realizado investigaciones sobre temas relacionados con el diseño y la distribución del euro digital. Para asegurar su implantación y funcionamiento exitoso, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo están trabajando en la creación de un entorno adecuado en los 27 países.
Según indica el BCE, "un euro digital sería un bien público, reflejando la evolución natural del efectivo en la esfera digital". En caso de su plena adopción en la Unión Europea, el euro digital estaría disponible para todos y se podría utilizar en cualquier lugar de la zona euro para realizar pagos. Además, se plantea la introducción de incentivos para todas las partes involucradas con el fin de generar efectos positivos.
Compensaciones e incentivos que plantea el BCE
El informe, al prestar atención a las compensaciones asociadas con el euro digital, destaca su importancia dentro del marco legislativo europeo, y será decisión de los legisladores determinarlas.
En ese sentido, el Eurosistema ya ha propuesto algunos servicios básicos, entre ellos, la provisión de servicios básicos gratuitos a los ciudadanos, reflejando así su naturaleza de bien público y en línea con la experiencia de los usuarios con el efectivo. También se planea otorgar una bonificación a algunos intermediarios por los servicios que brindan. Además, el Eurosistema asume la responsabilidad de cubrir sus propios costes, tal como ocurre actualmente con la emisión de billetes.
Un proyecto muy meditado por el Eurosistema
Este proyecto ha sido "cuidadosamente considerado por el Eurosistema" indica el BCE, el cual ha realizado un análisis exhaustivo en áreas como la portabilidad de servicios, es decir, la transferencia de tenencias de euros digitales de una cartera personal a otra mantenida por intermediarios, así como la detección y prevención del fraude. También se está trabajando en garantizar la inclusión financiera digital.
El Grupo de Desarrollo de Normas (RDG), que representa a todos los sectores del mercado afectados positiva y negativamente, ha establecido diversas líneas de trabajo específicas. Estas incluyen la exploración de la compatibilidad de los sistemas existentes para aprovechar al máximo las normas y soluciones disponibles, la identificación y autenticación de los clientes, y los requisitos relacionados con la infraestructura.
Con las propuestas presentadas por la CE para establecer la posible introducción del euro digital, el BCE se compromete a brindar contribuciones técnicas para respaldar la labor de los legisladores. La decisión última de avanzar a la siguiente fase del proyecto del euro digital será tomada por el Consejo de Gobierno del BCE durante el otoño, lo cual permitirá al Eurosistema estar preparado para emitir el euro digital en caso de que así se decida.
El Eurosistema propone una serie de principios básicos para un modelo de compensación adecuada, en cual las salvaguardias legislativas impiden que los intermediarios cobren tarifas excesivas a los comerciantes. Por otro lado, se establece que los intermediarios deben ser compensados por los servicios que brindan, similar a lo que ocurre con otros sistemas de pago digitales. Por último, el Eurosistema asegura que asumiría sus propios costes.
Protección de los usuarios y prevención del fraude
La protección de los usuarios y la prevención del fraude son aspectos primordiales para el BCE. Estos elementos son fundamentales para mantener la confianza en un medio de pago. Si este nuevo medio no es seguro, los ciudadanos preferirán utilizar el efectivo, la versión más "tradicional". Por lo tanto, el Eurosistema está evaluando cómo un servicio central de apoyo a la detección y prevención del fraude podría respaldar a los intermediarios en sus actividades de gestión del fraude. Esto incluiría el seguimiento del fraude, la evaluación del riesgo de las operaciones, la recopilación de estadísticas y la coordinación de la información.
La implementación del euro digital se realizará de forma gradual, lo cual contribuirá a reducir los riesgos y minimizar las diferencias en la población. Se espera que la primera versión del producto incluya los pagos entre personas y los pagos comerciales. Estos últimos, junto con los pagos electrónicos, podrían generar efectos de red y fomentar una amplia aceptación por parte de los ciudadanos europeos. Además, el uso del euro digital en el comercio electrónico permitiría a los ciudadanos utilizar el dinero del banco central a través de Internet, algo que actualmente no es posible con el efectivo.
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