Situada en Arizona

Así es Belmont, la ciudad inteligente de Bill Gates que tiene el tamaño de Valencia

El magnate y filántropo planea crear una ciudad de 10.000 hectáreas en el desierto de Arizona con la tecnología como protagonista: desde un internet hipersónico a vehículos autónomos.

Así es la smart city de Bill Gates que tendrá el tamaño de Valencia
Así es la smart city de Bill Gates que tendrá el tamaño de Valencia
EP

Bien podríamos situar a Bill Gates en el podio de los grandes filántropos de nuestro tiempo. Un hombre cuyo nombre resuena más a menudo en los titulares por sus aportaciones a causas altruistas que por inversiones de otro calibre. Sin embargo, más allá de las paredes de la Fundación Bill y Melinda Gates, el cofundador de Microsoft traza líneas hacia un futuro urbanístico que parece sacado de una película de ciencia ficción. Su proyecto, Belmont, promete ser una ciudad inteligente en Arizona con una extensión equiparable a la de Valencia. Pero, ¿qué desafíos y oportunidades trae consigo esta ambiciosa iniciativa?

Bill Gates constuirá Belmont en Arizona

La idea podría ser la trama de una novela de ciencia ficción, pero es el proyecto de inversión inmobiliaria más futurista de Bill Gates. Un enclave que planea expandirse por 10.000 hectáreas de Arizona con el objetivo de integrar en su arquitectura y su funcionamiento todo tipo de tecnologías disruptivas. Hablamos de una infraestructura que promete desde conexiones de internet de alta velocidad hasta un sistema de vehículos autónomos.

Desde que se lanzó el proyecto en 2017, el cofundador de Microsoft ha destinado 80 millones de dólares a través de Belmont Partners, una firma subyacente a Cascade Investment, que se encarga de manejar el patrimonio de Gates. Este monto inicial ya anticipa la envergadura de lo que se quiere conseguir: una ciudad capaz de alojar a unos 190.000 residentes, cifra comparable a la población de urbes como Santander.

Un compromiso con la sostenibilidad

Es imposible mencionar a Bill Gates sin recordar su ferviente activismo en favor de la sostenibilidad. El empresario ha estado detrás de iniciativas como Breakthrough Energy Ventures, un fondo de inversión con el que se busca impulsar tecnologías limpias y renovables. Este compromiso ético y ecológico se verá reflejado en Belmont, con planes que abarcan desde la utilización de energías renovables hasta la gestión sostenible de recursos naturales.

Porque Belmont no es solo un proyecto de lujo para los más afortunados. O no pretende serlo. Se trata de una iniciativa con profundo impacto social. Las previsiones apuntan a la creación de escuelas, hospitales y todo un ecosistema que permita a sus habitantes llevar una vida normal. Pero una vida normal en Belmont promete ser la versión 2.0 de la actual, donde la tecnología permee todos los aspectos, desde la educación hasta la sanidad, pasando por el transporte.

El elefante en la habitación: el agua

Pero hay sombras en este cuadro futurista. Arizona enfrenta una crisis hídrica que se ha prolongado durante décadas. El estado depende en gran medida del río Colorado, cuyo caudal ha disminuido notablemente en los últimos años, principalmente a causa del cambio climático. Esto pone en jaque la viabilidad de Belmont como ciudad sostenible. Además, el proyecto ha recibido críticas por su ubicación alejada de centros urbanos más grandes como Phoenix y Tucson, generadores de empleo y actividad económica.

Magnates y ciudades: una historia repetida

Sea como fuere, Gates no es el primero en imaginar una ciudad a su medida. Magnates de la talla de Walt Disney o Larry Ellison también coquetearon con la idea de urbanizaciones futuristas. Sin embargo, muchos de estos proyectos quedaron relegados a la fantasía o se transformaron en inversiones más pragmáticas. ¿Podrá Belmont superar la maldición de estas utopías no realizadas?

Belmont es un desafío a la imaginación, un modelo que busca redefinir nuestra concepción de urbanismo y tecnología. Pero como todo proyecto de envergadura, plantea preguntas éticas y prácticas que todavía esperan respuesta. Aunque el futuro es incierto, lo que sí está claro es que este proyecto arroja una nueva luz sobre la figura multifacética de Bill Gates. Se presenta como una combinación sin precedentes de innovación, sostenibilidad y visión social. ¿Será Belmont el inicio de una nueva era en urbanismo o simplemente otro espejismo en el vasto desierto de Arizona? Solo el tiempo dirá.

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