Todos contra el Bitcoin: los gobiernos regulan su uso para tenerlo controlado

  • Muchos países observan en el 'boom' de las monedas virtuales un alto riesgo de fraude económico, así como de financiación ilegal del terrorismo.
Vista de un bitcóin en Düsseldorf, Alemania, el 27 de diciembre de 2017. (EFE/ Sascha Steinbach)
Vista de un bitcóin en Düsseldorf, Alemania, el 27 de diciembre de 2017. (EFE/ Sascha Steinbach)

El 2017 fue el del rally de las criptomonedas, pero 2018 apunta a ser el año en el que los gobiernos pongan freno a través de la regulación para evitar la fuga de la economía real a la economía sumergida. Las transacciones de monedas virtuales, que se ven favorecidas por el anonimato, ya han puesto en alerta a varios países. Curiosamente y según los expertos, se dan de forma mayoritaria en territorios con las mayores tasas de lavado de dinero.

Hasta la fecha el Bitcoin es el ‘rey’ del sector, sin embargo, ha perdido vigor en las últimas semanas una vez que su precio ha crecido tanto que no ha dejado de estar al alcance de potenciales inversores. En este escenario están irrumpiendo otras criptomonedas, como Ripple y Ethereum. Todas ellas se han puesto en el foco de medio mundo, incluidos los bancos centrales de los principales países, que las vigilan de cerca. 

Porque actualmente las monedas virtuales están descentralizadas y no cuentan con el respaldo de ningún gobierno ni de ninguna autoridad monetaria. Pero los organismos reguladores ya están en alerta y siguen de cerca la evolución de sus precios con operaciones de vigilancia sobre su uso. La presión cada vez es mayor y varios países, como EEUU o Singapur, ya gravan sobre los beneficios logrados con Bitcoin. 

“Bitcoin simplemente muestra cuánta demanda de lavado de dinero hay en el mundo "

Fotografía de Larry Fink
Larry FinkCEO de BlackRock

La capitalización de mercado de todas las criptomonedas ha pasado de 17.000 millones de dólares hasta más de 760.000 millones en solo un año. El Bitcoin estaba valorado en 963,74 dólares a principios de 2017, pero se disparó y llegó a cotizar por encima de los 20.000 dólares para cerrar el año en 13.685. El resto de las monedas virtuales también han formado parte del rally. Ripple es la que más se ha revalorizado (36.000%) al pasar de 0.006 dólares a 2,21. Le han seguido NEM, Ardor, Stellar, Dash y Ethereum.

Evolución del Bitcoin
 

Los países, en alerta

La caída del Bitcoin en los últimos días de 2017 también viene en gran medida propiciada por el anuncio de Corea del Sur de poner en marcha una regulación mucho más estricta. Por ejemplo, acabar con las transacciones anónimas y, como en Japón, exigir a los usuarios registrarse con documentos oficiales. En Malasia, Argentina y en Venezuela han comenzado a tomar medidas.

Respecto a China, el mayor consumidor-productor mundial de Bitcoins, ordenó a las bolsas que operaban en el país que no registraran a nuevos usuarios y anunciaran el cierre para finales de ese mes. Además, las autoridades prohibieron a los bancos y compañías de medios de pago realizar transacciones de envergadura con criptomonedas.

En esta misma línea, el Banco Central Europeo está considerando regular el uso de las monedas digitales. Ewald Nowotny miembro del BCE y presidente del Banco Nacional de Austria se preguntaba recientemente "si los legisladores o los bancos centrales deberían intervenir, como en China, donde prohibieron (el uso de criptomonedas) porque los consideran fraudulentos".

"La única razón a día de hoy para comprar o vender Bitcoin es  ganar dinero, que es la definición exacta de burbuja"

Fotografía de Tidjane Thiam
Tidjane ThiamCEO de Credit Suisse

En lo que respecta a España, todavía no hay una posición oficial del Gobierno, pero la CNMV (Comisión Nacional Mercado de Valores) ya ha alertado en varias ocasiones del riesgo que supone invertir en Bitcoin. Se ha sumado a la advertencia del supervisor bursátil europeo (Esma), destacando su elevada volatilidad y su carácter especulativo. También ha alertado de 17 entidades que no están facultadas para prestar servicios de inversión en Reino Unido, Francia, Dinamarca, Irlanda y Bélgica al no figurar en los registros de los correspondientes supervisores de los mercados.

Financiación del terrorismo

Además del fraude económico, muchos de los citados países intentan poner freno al uso criminal del dinero. Algo que ya destaca Citi en su último informe sobre monedas virtuales y de lo que hablaba hace unas semanas Lorenzo Bini Smaghi, presidente de Societè Générale: "Descubriremos que detrás de esta estafa del Bitcoin, algunos fondos se canalizan, tal vez, para financiar el terrorismo y en ese momento, nos despertaremos y nos daremos cuenta de que esto no es apropiado".

"Deberíamos revisar la política de criptomonedas y rastrear el flujo del dinero como herramienta contra el terrorismo".

Fotografía de Brian Moynihan
Brian MoynihanCEO del Bank of America

Tanto es así que el Estado Islámico ya ha solicitado criptomonedas a sus fanáticos para conseguir armas sin que quede rastro económico. "Dona aquí en Bitcoins", dicen en los anuncios a través de la red social Telegram, que al contrario de Whatsapp, tiene unas fuertes medidas de privacidad. Los terroristas argumentan que las monedas virtuales son una "forma anónima y segura” de lograr financiación.

La prensa americana publicó recientemente la detención de una joven que blanqueó dinero a través de monedas virtuales y envió 85.000 dólares en efectivo al Estado Islámico. Algo que no le hubiera sucedido donando directamente los Bitcoins.

Su futuro, una incógnita

Los informes de los analistas se dividen en tres vertientes: la positiva, la moderada y la negativa. Una de las más optimistas es la de Saxo Bank, que prevé que el uso del Bitcoin se multiplique por 4,5 en una década y cada día se negocien 175.000 millones de la criptomoneda pese a la represión reguladora que intentarán poner los países. Kay Van-Petersen asegura que no tiene "ninguna duda de que las criptodivisas sobrevivirán a largo plazo. Esto no es una moda, están aquí para quedarse. Habrá entre dos y tres criptodivisas principales y el Bitcoin será una de ellas".

"El Bitcoin es mejor que la moneda, ya que no tiene que estar físicamente. Y más para para grandes transacciones, donde las monedas tienen bastantes inconvenientes"

Bill Gates, el hombre más rico del mundo.
Bill Gates,Cofundador de Microsoft

Sin embargo, en otra reciente publicación anual de Saxo Bank denominada 'Predicciones desorbitadas', los analistas aseguran que su vida no será tan larga y exitosa. Prevén que el precio del Bitcoin llegue hasta los 60.000 dólares en 2018 y que después caiga un 98%, hasta el coste de producción que es de 1.000 dólares. Según Citi, países como, Nueva Zelanda, Nigeria y Ucrania podría llevar a sus autoridades a actuar, lo que precipitaría el estallido de la burbuja.  China y Rusia, los países más expuestos a la fuga de capitales, se encargarían de su caída prohibiendo la minería.

En esta línea negativa, el citado informe del banco de inversión asegura que el Bitcoin es un producto con un precio elevado. "Necesita grandes cantidades de electricidad, ya que su minado es muy exigente. Cuando la minería Bitcoin golpee de forma significativa los precios de la electricidad, los gobiernos tendrán un nuevo incentivo para su prohibición". China ya planea cortar la luz para reducir su producción.

Y por último, hay analistas que no tienen una opinión tan positiva ni tan negativa, sino más intermedia. Esperan que una vez se regulen las criptomonedas, comiencen a invertir en ellas hombres de negocios más experimentados y la situación sea de menos subidas y bajadas a largo plazo. Esto facilitaría su aceptación en el sistema financiero en los próximos años, aunque no lo garantizan.

En este sentido se manifestaba recientemente Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional. Aseguraba que "no hace mucho tiempo, algunos expertos mantenían que las 'tablets' solo se usarían como bandejas de café. Por lo tanto, no es aconsejable descartar las monedas virtuales. Los países con instituciones débiles y monedas nacionales inestables pueden ver crecer su uso".

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