La energía lleva asociada la incertidumbre en los dos últimos años con las renovables en el foco para avanzar en la descarbonización de la economía. Para asegurarse de que la electricidad ha sido producida con tecnología 100% ‘verde’ existen las Garantías de Origen (GdOs), un certificado electrónico que emite la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) que acredita ante el cliente el origen de la energía que venden las comercializadoras.
El mercado nacional de GdOs continúa siendo uno de los más importantes de toda Europa. Durante 2022, se expidieron en España más de 116 millones de garantías de origen, equivalentes a casi 116 TWh, cifra ligeramente inferior a los 122 millones de garantías de 2021, y por encima de los 109 millones del 2020, según la información estadística relativa al etiquetado de la electricidad publicada por la CNMC. En España las garantías de origen se las quedan los propios productores, mientras que en otros países como Portugal el Gobierno subasta las que disfrutan de retribución.
Hay hasta nueve tipos de tecnologías entre las diferentes expediciones realizadas hasta el momento, con la eólica como la gran protagonista con un volumen del 45,91% sobre el total, seguida de la fotovoltaica que suma un 30,11% en sus dos variantes (fotovoltaica y termoeléctrica). La hidráulica supone un 17.01%. Noruega sigue siendo el país que más GdOs de origen nacional compra, llevándose el 73,96%, aunque el país también importa -un total de 11 comercializadoras han comprado 5,21 TWh con certificación ‘verde’ hasta noviembre-, según datos de Meteco Energía Verde facilitados a La Información.
Variaciones diarias de hasta 0,50 euros/GdO
Los precios de 2023 se han estabilizado entre los 3,5 y 4,5 euros por GdO en comparación con hasta los 9-10 euros que se vendían en 2022, gracias a la fuerte generación renovable en toda Europa y a una bajada de la demanda. También muchas comercializadoras ante precios tan elevados han decidido dejar de ser 100% renovables, aseguran desde Meteco Energía Verde.
Sin embargo, ante esta aparente estabilidad del mercado, desde la organización dedicada a la intermediación de garantías de origen y certificados ambientales advierten de que se espera una "gran volatilidad" en los precios el curso que viene, con variaciones diarias de hasta 0,50 euros/GdO, lo que dificulta mucho las operaciones.
"Para el 2024, la palabra clave es incertidumbre. Los precios más altos que los que se ven en el 2023 se deben al sobrecoste que pagan algunos compradores para asegurarse sus GdOs ante la incertidumbre con respecto a la producción que tendrá lugar", explica a este medio el fundador y consejero delegado de la compañía, Jorge Ruiz.
Los factores que pueden influir en los precios futuros son: el aumento de la producción renovable en los próximos años, las políticas de ahorro energético y recorte de la demanda, los cambios legislativos, el interés por parte de los vendedores de asegurarse un precio a largo plazo, los altos niveles de especulación, el cierre de volúmenes de varios años tanto de venta como de compra, introducir las GdOs como parte del acuerdo de un PPA y las posibles sanciones a países miembros del AIB. "El temor parece adueñarse del mercado de 2024 aunque productores intentan aguantar ventas tratando de encontrar precios de semanas anteriores", apuntan desde la firma.
Fue a finales de 2021 cuando Competencia aprobó una resolución con la que obligaba a las comercializadoras a informar a los usuarios en el recibo de la luz sobre la procedencia de su energía. Sin embargo, desde el comparador Watiofy destacan que la energía de las redes de distribución está mezclada (mix energético), todas se distribuyen por los mismos conductos, por lo que no es posible distinguir el 100% del origen de la electricidad adquirida por los compradores, ya que todos estamos conectados al mismo sistema.
De este modo, el certificado lo que asegura es que la energía de la comercializadora, es decir, la que se consume y se paga en la factura de la luz, ha sido generada previamente por fuentes renovables. Si las GdOs tienen "sistema de apoyo", es decir, una retribución a la inversión, hay que venderlas en España, mientras que si no tienen prima se pueden exportar al mercado europeo, que generalmente tiene un precio de venta superior. La energía producida por las renovables en España hasta noviembre ya supera toda su producción en todo el año 2022, según datos de Red Eléctrica (REE), el operador del sistema eléctrico nacional.
