Nicolás González Casares

"Hemos logrado un pacto que empezó a pelear España cuando parecía imposible"

El ponente oficial (PSOE) para liderar la reforma del mercado eléctrico de la UE subraya que el acuerdo alcanzando tiene un componente tremendamente social y que se ha conseguido una gran protección para los consumidores.

El eurodiputado gallego Nicolás González Casares.
"Hemos logrado un pacto que empezó a pelear España cuando parecía imposible".
Europa Press

Día histórico para la Unión Europea. El Consejo de la Unión Europea, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo han llegado a un pacto político para la reforma del mercado comunitario de la electricidad, que impulsó España y posteriormente ha pilotado Nicolás González Casares (PSOE) en la Eurocámara como ponente oficial. 

González Casares atiende a La Información tras una noche larga de negociaciones. A las 18.00 horas de ayer comenzó el último trílogo y a las cuatro de la madrugada publicaba en las redes sociales que por fin se había alcanzado un acuerdo, que si no hay sorpresas quedará oficialmente aprobado a comienzos de 2024.

"En el ámbito político ha sido una reforma que empezó a pelear España cuando se parecía que era imposible. Los socialistas la hemos reclamado y también desde el Gobierno de España lo ha hecho muchas veces Teresa Ribera y Pedro Sánchez. Ayer mismo Sánchez decía que había sido una reforma largamente debatida donde se aumenta la protección de los consumidores. Los socialistas hemos estado en este debate de principio a fin, tanto bajo la presidencia española del Consejo de la UE como en el Parlamento en mi caso haciendo el final de este acuerdo y llevando el peso de las negociaciones", señala a este periódico en conversación telefónica el político gallego.

Mayor democratización del mercado y más autoconsumo

Con casi 20 años de profesión como enfermero, el eurodiputado por el PSOE considera que, "sin duda", se ha conseguido una reforma de tinte social en la que se podrá intervenir el mercado en situaciones de emergencia. "Hemos logrado una mayor democratización del mercado eléctrico y se potencian al máximo las posibilidades del autoconsumo eléctrico con el nuevo derecho a compartir energía, que también incluye a las empresas. Es un paso hacia adelante en favor de un mercado descarbonizado y pensando en una transición que queremos que sea socialmente justa", resalta.

"Vamos a tener unas reglas más adaptadas a la ciudadanía"

González Casares considera que el pacto supone buenas noticias tanto para España como para el resto de Europa. "Vamos a tener unas reglas más adaptadas a la ciudadanía, que lo ha pasado muy mal con los precios de la electricidad durante esta crisis", destaca con la voz cansada.

El proceso de reforma comenzó en 2021. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, defendía ante los ministros de Energía de la UE la necesidad de abordar un cambio ante los precios desorbitados. Alemania, respaldada por otros ocho países del norte, tumbó todas sus pretensiones y pocos meses más tarde la Comisión cerraba la discusión argumentando que el 'pool' era la "mejor opción" para usuarios y empresas.

Meses más tarde, tras la invasión de Rusia a Ucrania, la Comisión Europea abrió la posibilidad de que los Estados miembro limitaran los precios de la electricidad como "medida de emergencia". Abandonaba así su negativa a una posible reforma del mercado eléctrico y se mostró dispuesta a evaluar distintas opciones para optimizar el diseño del mercado mayorista de la electricidad con el fin de aprovechar los beneficios de las energías renovables.

Bruselas rechazó acabar con el sistema marginalista

La Comisión Europea presentó su propuesta en marzo de este año. En ella desechaba la idea de imponer precios regulados para la electricidad generada por instalaciones nucleares o hidráulicas ya amortizadas. Apostaba por que el regulador de cada país pudiera contratar con las centrales inframarginales energía a largo plazo mediante contratos por diferencias (CfDs) a precio fijo y orientados a costes. Bruselas, que trabajó el documento con las capitales, rechazaba así acabar con el sistema actual de fijación de precios marginalista en el mercado intradía, de forma que la tecnología más cara, generalmente el gas, ha seguido marcando el precio del resto de formas de generación.

Luego llegó el pacto del Parlamento Europeo, en verano de este año. El texto acordado por la Eurocámara tiene como prioridad garantizar unos precios más previsibles y estables para el consumidor y poner en marcha un mecanismo de respuesta a otras posibles futuras crisis energéticas como la que se viene arrastrando desde el verano de 2021, al calor de los precios del gas en los mercados internacionales y los derechos de emisión de CO2.

Mecanismo de protección ante una nueva crisis

El acuerdo de la Eurocámara plantea que la Comisión Europea pueda declarar, mediante decisión, una crisis regional o de precios de la electricidad a escala de la UE, salvo en circunstancias debidamente justificadas, si se cumplen las siguientes condiciones: se dé un incremento en los precios del mercado mayorista de dos veces y media (durante 6 meses) respecto con los cinco años anteriores. Se establece también un mínimo de 180 euros/MWh para la declaración de la crisis y si los precios minoristas se incrementan un 60% en comparación con los dos años anteriores (durante tres meses consecutivos).

Asimismo, bajo estas circunstancias, los Estados miembro podrían fijar un precio de la energía al consumidor y a la industria electrointensiva. Este punto se incluyó en el acuerdo para poder eliminar de la propuesta de González Casares el límite máximo a los ingresos de los productores ('revenue cap'). Bruselas evaluará (a más tardar en junio de 2024) diferentes opciones para establecer un mecanismo de "válvula de alivio temporal" ('relief valve mechanism') y posteriormente presentará una propuesta legislativa.

Primera reforma en profundidad en dos décadas

Finalmente, este jueves el Consejo de la Unión Europea, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo han alcanzado un pacto político tras meses de tensión en los que las diferentes posturas entre Francia y Alemania ha llegado a poner en jaque el acuerdo a propósito de los contratos por diferencia (CfD, por sus siglas en inglés) y su aplicación sobre las centrales nucleares en funcionamiento. De este modo, tras nueve meses se ha alcanzado un acuerdo para la primera reforma en profundidad del mercado eléctrico en dos décadas, un pacto que, si no hay sorpresas, quedará oficialmente aprobado a comienzos de 2024. 

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