Tercer día con un precio inferior al tope al gas

La caída de la demanda industrial de gas derriba su precio al nivel de hace un año

Las grandes consumidoras han paralizado o reducido su producción al tener cerrados contratos de gas que merman su competitividad. El refino es el sector más afectado, lastrado por el alza del TTF holandés. 

La industria y el gas
La caída de la demanda industrial tumba el precio del gas a niveles de hace un año
EFE

El gas registra esta semana sus precios mínimos de 2022 pese a los cortes de suministro ruso, rompiendo todas las previsiones de gobiernos y expertos. La materia que ha condicionado la etapa de recuperación pospandémica en Europa vive estos días una situación casi excepcional. Hoy se paga en España y Portugal a un precio inferior a la cota de los 40 euros megavatio-hora que se estableció para diseñar el tope al gas. Concretamente, a 33,06€/MWh, valor no visto desde antes de que Rusia recortase sus envíos al Viejo Continente y decidiera invadir Ucrania. 

Esta situación no afecta sólo a la isla energética que es la Península Ibérica, sino que las principales economías europeas están registrando estos días precios irrisorios. Reino Unido pagó ayer el gas a 9,01 euros/MWh, Francia a 14,51 euros/MWh o Países Bajos a 69,51 euros/MWh. Este último es el país que marca el valor de referencia para todo el continente y que ahora Bruselas quiere dejar de considerar como tal para que no contagie a la economía. Los futuros también se han reducido sustancialmente y en España se negocia hoy el gas natural a un mes vista a un precio de 64,60 euros/MWh, valor que asciende a 118 euros/MWh para el TTF holandés. Hace apenas un mes este valor superaba ampliamente los 200 euros. 

Hasta esta situación se ha llegado por una acumulación de factores que, aunque no se pueden considerar inesperados, sorprenden si se comparan con el pesimismo que venían proclamando las altas instituciones europeas. La buena climatología que ha alargado el verano en el sur del continente, la previsión de un invierno relativamente cálido y el altísimo nivel de las reservas de gas en España, que tiene sus almacenamientos completos, son los motivos que han influido en esta bajada de precios, a lo que se ha de sumar la drástica reducción del consumo de gas por parte del sector industrial

La demanda de gas por parte de la industria y los hogares se redujo un 38,5% en septiembre respecto al mismo mes del año anterior, una caída que ya se venía acentuando desde marzo y que tiene su origen en el aumento de los precios. El Gobierno, en cambio, achaca esta caída a la concienciación ciudadana, a la promoción del ahorro energético o las ayudas de eficiencia enmarcadas en el Plan de Recuperación. Todo ello mientras destaca el "dinamismo" de la industria manufacturera, que ha logrado mantener sus niveles de producción a lo largo del año. 

Varias de las grandes industrias consumidoras de gas ya anunciaron parones puntuales en la producción debido a que muchos de sus contratos están referenciados al TTF y no podían hacer frente a sus alzas. Otras han aprovechado estos períodos para adelantar o ejecutar reparaciones materiales que tenían pendientes. Esto, junto a la bajada de la producción por la caída de la demanda internacional, ha hecho que el IGIC -el índice que evalúa el consumo en la gran industria- se anote un descenso del 40,8% interanual, con grandes descensos en las industrias dedicadas al refino (-30%) y la electricidad (-19,7%). 

Verónica Rivière, presidenta de la asociación GasIndustrial, considera que en España no hay un problema de seguridad de suministro, sino de precio, el cual afecta a la competitividad de las empresas. "No puedes trasladar estos altos costes al producto final porque pierdes competitividad. En el caso de las empresas exportadoras, ¿cómo van a vender a EE.UU. o Asia si tienen precios del gas mucho más competitivos? Esto está destrozando los mercados", asegura a La Información. 

Las previsiones de Enagás fijan la reducción de la demanda nacional en un 13% para noviembre y un 3% para diciembre en su escenario medio. El gestor de la red gasística española considera que en los próximos meses los hogares usarán menos gas, no así la industria que la utiliza para generar electricidad, ya que deberá compensar una menor disponibilidad de hidráulica y cogeneración al tiempo que aumentan las exportaciones a otros países. 

Rivière considera que la volatilidad de los precios no permite hacer predicciones sobre el precio futuro del gas: "El mercado está reaccionando ante un fundamental nuevo que nunca se había dado. Ya no es sólo un mercado basado en la oferta y la demanda, ahora existe un componente que condiciona todo, que es la guerra energética que está librando Rusia con Europa". Esta razón, junto a la confidencialidad de los contratos industriales impide conocer si el TTF ha dejado de ser el valor de referencia del gas. Hasta que Bruselas lo cambie, y aunque sea de iure, seguirá ejerciendo como tal. 

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