Comprar una casa prefabricada es una idea que está ganando popularidad, puesto que ofrece ventajas frente a las viviendas tradicionales. Aun así, seguirás teniendo que financiar la adquisición. Si bien los precios son menores, es imprescindible tener algo de apoyo.
Comprar una casa prefabricada
Para adquirir una vivienda prefabricada, tienes que llevar a cabo los mismos pasos que para una convencional. Sin embargo, existe una diferencia que debes tener muy presente: necesitas un terreno. En él se levantará la estructura, siempre siguiendo las características del modelo que te interese. Por tanto, se introduce un paso previo que es fundamental dar.
A la hora de solventar el problema, existen distintas soluciones. Una de ellas es, si no tienes tierras, solicitar una hipoteca para pagar la parcela y otra para la casa. Así que, la situación ideal es aquella en la que ya cuentas con el lugar de la construcción. Además de ahorrar dinero, simplificas los trámites con cualquier entidad bancaria, pues es más fácil que te concedan el préstamo.
Préstamos para una casa prefabricada
El préstamo para una casa prefabricada es de tipo personal, dado que no se gestiona igual que una hipoteca. De hecho, es más barato al disminuir los gastos de formalización, como los de notaría, tasación o registro de la propiedad. Asimismo, la vinculación con el banco es menor y los requisitos que piden son reducidos, pero hay algunas desventajas.
Por ejemplo, el tiempo de devolución del dinero no es tan amplio. En muchos casos no llega a superar los diez años y el tipo de interés suele ser mayor. Por consiguiente, merece la pena que te detengas a pensar si esta es la mejor decisión. En buena medida, elegir esta alternativa dependerá del precio de la vivienda y de si tienes suelo para levantarla. Esto podría hacer que los costes generales sean menores.
Hipotecas para casas prefabricadas
En cuanto a solicitar una hipoteca, el procedimiento para obtener la financiación de una casa prefabricada difiere del habitual. Las entidades piden que el edificio esté considerado como bien inmueble, que disponga de cimientos o que esté inscrito en el registro de la propiedad. Al igual que ocurre en circunstancias normales, el banco trata de minimizar los riesgos a los que se expone prestando dinero.
De la misma forma, siguen existiendo exigencias comunes, como que superes un examen de solvencia económica. También es posible pedir una hipoteca autopromotor, cuyas características son especiales. Por ejemplo, el banco no entrega el capital que has solicitado de una sola vez, sino que va dándolo según avancen las obras. Incluso cambia el periodo de carencia para alargarse hasta los 36 meses.
A la hora de comprar una casa prefabricada, estudia a fondo la posibilidad de financiación. En función de la que escojas, las circunstancias de devolución van a variar mucho. No obstante, con una buena planificación y una idea clara, conseguir la vivienda de tus sueños está al alcance de tu mano.
