De la misma forma que el bolsillo es lo que más empuja al ciudadano medio a decidir sobre una opción política u otra, entre los partidos, lo que prima para alcanzar un pacto de gobierno es un buen entendimiento a nivel económico. Y en este aspecto, las formaciones de Pablo Casado y Santiago Abascal apenas se diferencian. Una forma de comprobar esto último es a través de las similitudes que presentan muchos de los perfiles económicos de cada partido: educados en universidades parecidas, funcionarios de carrera y defensores de un modelo liberal. Ahora, y por primera vez desde que Vox irrumpió en las instituciones (2018), existe una posibilidad real de que gobiernen en coalición. De ser así, Castilla y León se puede convertir en el primer laboratorio en el que ambas fuerzas ensayen políticas liberales.
El pasado domingo 13 de febrero tuvieron lugar unas elecciones autonómicas atípicas en Castilla y León: anticipadas, en invierno y sin coincidir con las municipales. El resultado fue una pírrica victoria de los populares -con 31 procuradores-, que le obliga a entenderse con Vox, que quedó como tercera fuerza, con 13 procuradores. Aunque existen otras vías abiertas (una abstención del PSOE o una suma 'frankenstein' entre partidos regionalistas, liberales y socialistas), la única, de momento, factible y que está dando estabilidad en otros territorios -como la Comunidad de Madrid- es a través del partido que lidera Santiago Abascal.
Desde el periódico La Información se ha llevado a cabo un ejercicio de política comparada entre los dos programas económicos que han presentado las dos fuerzas del espectro político de la derecha en Castilla y León -PP y Vox- para evaluar su parecido.
Impuestos
El Partido Popular defiende en su programa que "la política fiscal debe ser moderada y justa, con bajada de impuestos. Defendemos que no siempre subir impuestos genera más recaudación. Seguiremos aplicando una política favorable y justa para las familias, que se resume en menos impuestos. Recurriremos cualquier ley o disposición normativa del Estado que limite la reducción de tributos autonómicos realizada en el ejercicio de nuestras competencias". Un mensaje que no difiere apenas de Vox: "Se bajarán o suprimirán radicalmente los impuestos a pymes, autónomos y familias".
Duplicidades y trabas
Mientras que Mañueco dice que "profundizaremos en la integración funcional de las estructuras centrales y periféricas con el objetivo de disminuir trabas burocráticas que no aportan valor al sistema, detectando y corrigiendo ineficiencias y duplicidades", Gallardo aboga por algo prácticamente igual: "eliminaremos el gasto político superfluo, así como las duplicidades administrativas, además de reducir sustancialmente el gasto de la estructura autonómica para reforzar a los municipios y las provincias".
La empresa privada como eje
Tanto el Partido Popular como Vox coinciden en la importancia de la empresa privada. Para ello, tienen como objetivo mejorar las condiciones de la comunidad para que estas puedan asentarse e impulsar la economía. Desde el PP, mencionan la palabra "empresa" o "empresarial" cerca de 200 ocasiones a lo largo de su programa y reiteran la importancia de "fortalecer el tejido empresarial desde la sostenibilidad". Por otro lado, desde Vox claman por "acabar con el infierno burocrático y fiscal para las empresas".
La reindustrialización
En el PP hacen una apuesta firme por la industria: "Reforzaremos los fondos de reindustrialización. Apoyaremos la puesta en valor del patrimonio industrial ligado a la minería, como mecanismo de reactivación de las cuencas. Concluiremos la ejecución de los planes territoriales de fomento de la industria". Un objetivo que comparten desde Vox, donde se apuesta por "frenar el cierre de las plantas industriales y energéticas que están en peligro por el abandono institucional y la presión de una normativa y una burocracia implacables. Promover activamente la investigación, exploración y explotación de los recursos mineros en la región respetando el medio natural para la creación de riqueza y empleo".
Gasto en natalidad
Desde Vox aseguran que quieren "convertir a las familias en el centro de las políticas públicas y promover la cultura de la vida para revertir el invierno demográfico. Garantizar el apoyo de la administración a quienes quieran formar una familia en nuestra tierra mediante ayudas directas progresivas por número de hijos, facilidades en el acceso a una vivienda, medidas de conciliación o bonificaciones a familias". Unas medidas que apoyan también desde el PP, "crearemos una nueva línea de ayudas para el fomento de la natalidad en Castilla y león, con un cheque bebé de una cuantía media de 1.500 euros por nacimiento de hijo o hija".
Uno de los actores políticos que más fervor causó entre los votantes del PP durante la campaña de Castilla y León fue Isabel Díaz Ayuso. Ella -que no ha incluido a Vox dentro de su gabinete- ha sido la última en alcanzar un acuerdo programático con la formación de Abascal; y en dicho pacto podemos apreciar algunos de los puntos mencionados: "reducción de gastos de estructura y de funcionamiento", "recortes en Telemadrid" y "ayudas para adolescentes embarazadas". Una de las voces más autorizadas en nuestro país para hablar sobre el liberalismo económico es el profesor de Ciencia Política Miguel Anxo Bastos, que es tajante con la posible irrupción de estas ideas en Castilla y León. "El programa económico de Vox es más liberal que el del PP. Si hay un acuerdo es muy probable que veamos un programa liberal, sobre todo en cuestiones fiscales donde Vox es muy ambicioso", subraya.
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