China avanza en su aperturismo con tres nuevas zonas de libre comercio

  • Un año después de abrir la zona piloto de libre comercio de Shangai, China anunció hoy la creación de tres nuevas zonas similares en el sur, este y norte del país con las que pretende dar un paso más en su proceso de aperturismo y aumentar su influencia como segunda potencia mundial.

Pekín, 12 dic.- Un año después de abrir la zona piloto de libre comercio de Shangai, China anunció hoy la creación de tres nuevas zonas similares en el sur, este y norte del país con las que pretende dar un paso más en su proceso de aperturismo y aumentar su influencia como segunda potencia mundial.

El Gobierno chino ha decidido instalar tres nuevas áreas piloto donde liberalizar el mercado en la provincia de Cantón (sur) y de Fujian (sureste) y en la municipalidad de Tianjin, ciudad dormitorio de Pekín, según destaca un comunicado posterior a una reunión del Consejo de Estado chino -Ejecutivo- liderada por el primer ministro, Li Keqiang, el brazo económico del Gobierno.

Las tres zonas se sumarán a la pionera de Shangai, una área piloto de 29 kilómetros cuadrados abierta por el Gobierno en 2013 con el objetivo de experimentar la apertura económica y financiera del país, y que aspira a contribuir a la internacionalización del yuan como divisa mundial, así como a liberalizar el propio cambio de la moneda china y de los tipos de interés bancarios.

En su primer año de funcionamiento sobre instalaciones logísticas, portuarias y aeroportuarias preexistentes, la zona de libre comercio de Shangai aumentó su volumen comercial un 6,5 por ciento, según las aduanas locales.

Las actividades de comercio internacional de la zona sumaron 747.000 millones de yuanes entre septiembre de 2013 y septiembre pasado (97.500 millones de euros, 121,940 millones de dólares), un periodo en el que se instalaron en este área al menos 12.260 nuevas empresas.

Ahora, las tres nuevas áreas de este tipo replicarán el modelo de la capital económica de China, aunque en éstas se "podrá ver nuevos experimentos", según anunció el Gobierno, que considera el proyecto de Shangai como un "éxito" a repetir.

De momento, las autoridades no han especificado cuándo entrarán en funcionamiento las nuevas zonas de libre comercio, que son parte de las amplias reformas financieras que está emprendiendo China en un momento en el que su crecimiento económico está en proceso de ralentización tras años de crecidas a doble dígito.

El texto no entra en detalles salvo para destacar que China "replicará" los servicios de inversión, comercio y financieros llevados a cabo en Shangai en el resto del país.

No obstante, anuncia nuevos avances en la zona pionera de libre comercio, y señala que Shangai seguirá reduciendo "su lista negativa", en referencia a la lista de sectores donde la inversión foránea está prohibida o es restringida.

El comunicado también promete "más experimentación" para ayudar en el sector servicios y de cara a avanzar en la industria manufacturera.

El anuncio de los nuevos experimentos económicos se produce un día después de que ayer terminara la Conferencia Central de Trabajo Económico, en la que durante tres días de reuniones los dirigentes chinos examinaron el desempeño de la segunda potencia del mundo durante 2014 y definieron la planificación del próximo año.

Al final de estos encuentros, las autoridades ya anunciaron que durante 2015 acelerarán las reformas de los mercados de capitales y del acceso al mercado chino de los bancos privados.

Asimismo, explicaron que China aspira a adoptar reformas sobre autorizaciones administrativas, inversión, fijación de precios, monopolios industriales, operaciones de franquicias, servicios de compra del Gobierno y de inversiones salientes y a mejorar su inversión medioambiental.

La voluntad de China por abrir su mercado se produce cuando la economía se encuentra en proceso de desaceleración, tras años de crecimiento a doble dígito, una "nueva normalidad" -como la denomina el presidente chino Xi Jinping- con la que el Gobierno pretende desarrollar un modelo de crecimiento más estable.

Para ello, según lo anunciado ayer, China adoptará políticas fiscales y monetarias proactivas, pero "prudentes".

La mayoría de analistas pronostica que la próxima meta de crecimiento de la segunda economía mundial se situará en el 7 %, lo que supondría la cifra más baja de la última década y se situaría en el mínimo establecido en los planes del Gobierno.

No obstante, se trata de unos pronósticos que no asustan a los dirigentes del país asiático, quienes se muestran tranquilos y declaran sentirse más preocupados por conseguir un modelo económico "firme" que por mantener el meteórico ascenso que les llevó a consolidarse como segunda potencia mundial.

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