Ciudadanos renunciará a sus medidas estrella para lograr un acuerdo con PP y PSOE

    • El partido de Rivera anuncia flexibilidad en las negociaciones que quiere emprender con ambas formaciones.
    • El modelo de contrato único o el momento de dimisión de cargos imputados estarían sujetos a revisión.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.

El croquis de Ciudadanos tiene un punto central, Albert Rivera, y un papel, mediar para un acuerdo con PP y PSOE. El partido emergente ya ha desvelado cómo piensa hacerlo: montar dos mesas de negociación con ambos partidos-no se descartó hacerlo en conjunto-para explorar puntos de acuerdo. Los hay, están convencidos. Entre ellos, enumeró este mismo lunes Rivera, el concepto de Estado, el modelo de Europa, la urgencia de regenerar la vida política o de reactivar la economía.

Con los enunciados claros, otra cosa es cómo pretenden llegar al fondo del asunto, a las medidas comunes. Ciudadanos sabe que encontrar ese consenso implicará renuncias, y están dispuestos. Aunque eso suponga hacerlo sobre algunas de sus medidas estrella de programa.

"Suavizaremos nuestras posiciones en todo aquellos que no constituya una amenaza ni para la igualdad ni unión de los españoles, así como para el proceso de integración en Europa. Dentro de ese marco, tenemos muy claro que hay que consensuar", asumió este martes su portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, en rueda de prensa previa a la del líder socialista, Pedro Sánchez.

Existen algunas medidas que supondrían un escollo para desbloquear la "guerra fría". Entre ellas, el modelo de contrato único- rebatido en campaña por los socialistas- o el complemento salarial para las rentas bajas, dos de las propuestas que vertebran la política económica de Rivera. Son negociables, aseguran. "Todo es una cuestión de grados. Iremos a maximizar, a reducir al máximo la dualidad del mercado laboral, para que si no podemos llegar al máximo nos acerquemos", razonó Girauta.Propuestas de mínimos

El partido reduce a una política de mínimos el esbozo para iniciar las conversaciones. Esto es, el respeto a "la igualdad, la solidaridad y la unión de todos los españoles". Ni siquiera la hoja de ruta de la regeneración institucional es intocable.

No lo es por ejemplo, asegura el partido, el debate sobre si un político imputado debe o no dimitir en el mismo momento de su imputación. Los estatutos del PSOE fijan la renuncia en la apertura del juicio oral, no antes. "Intentaremos imponer nuestra visión, pero si hay otro momento en el que se concite la mayoría, lo veremos", emplazó Girauta. El partido articulará sus mesas de negociación en torno a cinco ejes: medidas económicas, políticas sociales, Europa y política exterior, regeneración y lucha contra la corrupción, y reforma de la Constitución.

Este último punto será, sin duda, el que genere más conflicto. El modelo de Estado defendido por Ciudadanos se acerca más al propuesto por Sánchez, que al del PP, en especial en lo relativo a las soluciones para enfrentar el desafío secesionista. El punto de partida sí es común: la unidad de España no es negociable.

Desde Ciudadanos están convencidos de que el acuerdo con PP y PSOE es el único válido para desencallar el país. De hecho, es el único que a día de hoy sería capaz de sumar los escaños necesarios para la mayoría. El secretario general socialista, en cambio, se desvincula. Dialogará con el PP, ha dicho este martes, pero sólo para buscar acuerdos puntuales de legislatura. Sánchez insiste en la intención de explorar su "gobierno de progreso" con Podemos y con Ciudadanos. Pero ni Iglesias está dispuesto a apoyar una alianza con Rivera, ni Rivera con Iglesias.

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