Planes de pensiones

Última llamada: cómo conseguir hasta 3.600 euros de ahorro fiscal en 2020

Los planes de pensiones permiten deducirse hasta 8.000 euros o el 30% de los ingresos anuales del trabajo. 

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Última llamada: cómo conseguir hasta 3.600 euros de ahorro fiscal en 2020
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No hay duda. Cuando llega abril y toca el turno de dar cuentas al fisco el temblor se apodera del cuerpo de miles de españoles. 2021 podrá ser un año aun más complicado, las cotizaciones de los ERTE pueden hacer que a muchos les toque devolver. Y para entonces ya será tarde para corregir las cuentas, pero la buena noticia es que todavía se está a tiempo de remediarlo.

Los planes de pensiones pueden convertirse en un buen aliado si se pretende reducir la factura fiscal, ya que permiten desgravarse hasta 8.000 euros o el 30% de los ingresos anuales del trabajo, la menor de las dos cantidades. Este beneficio supone que en la práctica el ahorro pueda llegar a los 3.600 euros. Lo cierto, es que esta ventaja puede estar a punto de acabarse, o más bien limitarse, ya que en los presupuestos generales del estado una de las aportaciones del ministro Escrivá consiste en reducir estas deducciones desde el máximo actual de 8.000 euros hasta los 2.000 euros.

Este cambio ha sido recogido de forma negativa por el 90% de los inversores en planes de pensiones, según una encuesta realizada por Finect, y también por aquellos que se habían planteado la posibilidad de abrirse un plan. De hecho, solo el 15,4% de los que pensaban dar el paso el próximo año terminarán haciéndolo. Pero si lo que se busca es reducir la factura fiscal de 2021, y ya de paso ahorrar para la jubilación, este año todavía podremos beneficiarnos de la deducción máxima de 8.000 euros.

Cómo elegir un plan de pensiones

Dentro de los planes de pensiones existe un universo de opciones. Por eso antes de decidirse por cualquier de ellas resulta imprescindible conocer ciertos aspectos. El primero, es que se trata de un vehículo de ahorro destinado a la jubilación y que, aunque hay algunos supuestos por los que podremos recuperar nuestro dinero antes de tiempo, está pensado para que no podamos hacerlo hasta que abandonemos el mercado laboral con la edad legal de retiro.

El segundo aspecto del que se debe ser conscientes es del perfil de riesgo. El riesgo financiero es la posibilidad de que una inversión no aporte la rentabilidad esperada. Es decir, es la tolerancia a la posible pérdida que puede tener nuestro plan de pensiones, teniendo en cuenta que a mayor riesgo lo más normal es que se obtengan mayores beneficios. Lo cierto, es que cuanto más tiempo se tenga para invertir, es decir cuantos más años nos queden para jubilarnos, podremos permitirnos más licencias.

Está demostrado que en el largo plazo los activos de renta variable, los de mayor riesgo, son casi siempre la opción ganadora. Según un estudio de JP Morgan, una cartera de renta variable de acciones de Estados Unidos a más de 20 años casi la totalidad de las veces genera beneficios. Sin embargo, si se tienen 10 años por delante de cara a la jubilación las pérdidas pueden situarse en el 3%, a cinco en el 5%, y a un año pueden llegar a ser del 40%.

De cara a la jubilación, y teniendo estos datos en cuenta, los expertos financieros aconsejan ajustar nuestra posición a la renta variable en función de la edad. Así de los 25 a los 35 años, recomiendan tener un 80% del dinero invertido en renta variable y un 20% en renta fija. De los 35 a los 45, un 70% - 30%: de los 45 a los 55 subir el porcentaje de la renta fija hasta el 45% y destinar el 55% restante a la variable; de los 55 a los 65 subir este porcentaje todavía más, hasta el 65%, dejando un 35% para los activos de mayor riesgo; y con más de 65 años invertir el 80%, como mínimo, en renta fija.

Alternativas de inversión

Una realidad que se debe tener en cuenta, y más teniendo en cuenta el mercado actual, es que las opciones más conservadoras no aporta prácticamente beneficios y de hecho, resulta complicado que logren superar el índice de inflación, es decir el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios. Aun así, hay opciones en el mercado que consiguen ofrecer cierta rentabilidad. Es el caso del plan Renta 4 Renta Fija, que logra un beneficio este año del 1,08% y a 10 años del 24,91%. Y lo hace de la manera más conservadora posible, invirtiendo en depósitos, deuda, tanto pública como privada, y activos del mercado monetario.

Con algo más de riesgo, la cartera Equilibrada 3 de Finizens permite sumar un 1,32% este 2020 y un 11,28% en sus tres años de vida. Este plan de pensiones invierte entre un 25% y un 60% en renta variable y entre un 30% y un 70% en renta fija en mercados organizados de la OCDE.

Pero si se busca ganar rentabilidad por encima del riesgo, los planes de pensiones que invierten en renta variable son la mejor opción. Entre el abanico de posibilidades se encuentra el Merchbanc Global, como su propio nombre indica puede invertir en cualquier empresa del mundo, aunque normalmente lo hará en aquellas que pertenezcan a países de la OCDE. Su rentabilidad en el año es del 12,90%, mientras que si miramos a 10 años sube hasta el 93,13%.

Cuando se invierte otra posibilidad es hacerlo en un sector concreto. Esta alternativa resulta más arriesgada si no se comparte con otros planes de pensiones ya que es como si estuviésemos confiando todos los huevos en la misma cesta. Sin embargo, pueden ser una excelente opción para combinarlos con otros productos. El BBVA Telecomunicaciones invierte únicamente en empresas medianas y grandes del sector de las telecomunicaciones, y en el año logra una rentabilidad del 23,77% y a 10 años se dispara hasta el 287,33%.

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