El Consejo de Ministros de este martes ha abordado nuevas medidas para rebajar el precio de la luz, tras las últimas semanas en las que el recibo medio está superando todos los registros. Tal y como ha expuesto la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica en la posterior rueda de prensa: "La finalidad es bajar la factura de todos los consumidores, dar más protección a los vulnerables e impulsar la recuperación económica".
Recordemos que durante todo agosto, y en plena ola de calor, el precio fue marcando un nuevo récord tras otro, provocando una tarifa media al mes de 106 euros por megavatio hora (MWh). Dicho de otra forma más directa: fue el mes más caro de la historia... y a tenor de estas dos primeras semanas, parece que septiembre no se quedará atrás (este lunes, de hecho, el precio volverá a superar todos los registros, tras alcanzar los 154,16 euros MWh). Y esto último es precisamente lo que trata de evitar el Gobierno con el nuevo paquete de medidas.
En este sentido, Ribera y su equipo han trabajado en distintas medidas como la creación de nuevos mecanismos de subasta para obligar a las grandes eléctricas a vender una parte de su producción a pequeñas comercializadoras o clientes industriales "a un precio fijado". O en cambios en la tarifa regulada para intentar rebajar el coste final, así como el "consumo mínimo vital", destinado para los más vulnerables.
No es la primera ni la segunda vez que se pone esta medida sobre la mesa. Ya habló de ella la propia Ribera el pasado enero cuando, recordemos, tuvo lugar una pronunciada subida de la luz en pleno temporal de Filomena. Entonces, la vicepresidenta cuarta dijo en Radio Nacional que "habría que establecer un consumo mínimo vital de cada uno de los hogares", para abordar luego "un tratamiento fiscal diferenciado". También hizo mención al respecto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en declaraciones al periódico El País la semana pasada.
Qué es el consumo mínimo vittal
Según explicó Ribera en otra entrevista con Eldiario.es, este consumo mínimo vital iría destinado a que a los hogares más vulnerables "les quede siempre un mínimo garantizado por parte de los proveedores de electricidad". Es decir, "mantener un mínimo de suministro eléctrico" y "garantizar" que "no se queden sin nada".
La idea, detallaba en citado medio, es "garantizar una potencia mínima de confort para los vulnerables severos, que ahora están cubiertos por el bono social eléctrico y término". También iría destinado para aquellos que se benefician de ese bono social, pero que sí reciben el ingreso mínimo vital.
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