Pendiente del BCE

La contratación de hipotecas en España cogerá ritmo en la recta final de 2024

El sector bancario se muestra confiado y espera una reactivación de las solicitudes de crédito destinado a vivienda en los próximos meses en consonancia con la caída del euríbor después de un tiempo lastrado por el alza de tipos.

Bloque viviendas
La contratación de hipotecas en España cogerá ritmo en la recta final de 2024. 
Jesus Hellin 2022/ Europa Press

El sector bancario ha cerrado 2023 con vientos de cola que le han empujado a registrar beneficios históricos. Solamente las cinco grandes entidades -Bankinter, Banco Sabadell, Banco Santander, BBVA y CaixaBank- se han anotado un resultado récord conjunto ligeramente por encima de los 26.000 millones, con un repunte superior al 26% en los últimos doce meses. El balance de los bancos se ha visto impulsado por la repreciación de la cartera de crédito, dando lugar a los récords contabilizados, que ya han augurado que pueden batir este 2024. En contraste, esta situación ha desembocado en un freno en la demanda hipotecaria durante los últimos meses a medida que el precio de la financiación ha escalado a máximos, un comportamiento que ha sido generalizado dentro del sector en España. 

A excepción de Banco Santander, cuyo consejero delegado, Héctor Grisi, ha apuntado que está comenzando a detectar "crecimiento neto" de la cartera, anticipando, incluso que el primer trimestre arrojará un resultado un saldo positivo, y que comienza a haber peticiones tras incrementar la producción de préstamos para la adquisición de vivienda un 20% entre octubre y diciembre del ejercicio pasado, la tónica ha sido la caída de la actividad. Sin embargo, las entidades se muestran optimistas y confían en que tras un periodo descafeinado para este segmento crediticio, al que se ha sumado un repunte de las amortizaciones anticipadas por su coste cero, el mercado hipotecario empiece a reactivarse a medida que el coste de pedir prestado se aleja de máximos. 

Con matices entre las entidades, el escenario central que manejan es el de una mejora partiendo como base de la desaceleración del último trimestre de 2023. La expectativa se apoya en los indicios que apuntan a que el Banco Central Europeo (BCE) podría comenzar a bajar los tipos de interés a mediados de 2024, previsión que ya refleja el euríbor. Precisamente esta caída del índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España, que ya encadena tres meses consecutivos de descensos y ha cerrado enero en el 3,6% desde el pico del 4,1% contabilizado este verano, creen que será determinante para animar a la "demanda embalsada" pendiente del abaratamiento de la financiación. 

En este sentido, el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, ha enfatizado recientemente que la petición de crédito tanto por parte de las familias como de las empresas, puede aflorar si esto sucede en un contexto de incertidumbre. De su lado, su homólogo en BBVA, Onur Genç, también ha avisado de que habrá que esperar a que Christine Lagarde afloje el paso en sus decisiones de política monetaria para ver dinamismo. Con un tono algo más escéptico, el número dos del banco con sede en La Vela, ha aseverado que estos primeros meses puede ser flojos en lo que a solicitudes crediticias se refiere y no será hasta que se produzca el primer retroceso en las tasas de referencia del dinero cuando las hipotecas tomen impulso a nivel nacional. 

La parálisis de este segmento en España, que tiene mayor repercusión en entidades como CaixaBank, Banco Sabadell o Bankinter, dado que la mayor parte de su negocio se desarrolla en España, frente a BBVA o Banco Santander, que disponen de un perfil más internacional, ha arrastrado el 'stock hipotecario' a mínimos desde 2005. Según el Banco de España, el saldo vivo de créditos para adquirir una vivienda se ha situado al cierre de diciembre por debajo de los 500.000 millones, concretamente, en el 494.986, con una contracción del 3,1% al comparar con 2022, mínimos de casi dos décadas. Factor en el que también entran en juego la falta de oferta de vivienda, que también reduce la actividad, además del hecho de que ha aumentado el número de personas que paga la vivienda al contado y, por tanto, no recurre a los bancos. 

De momento, en el último mes de 2023 los bancos concedieron 5.128 millones en hipotecas, hasta un total de 56.242 millones en el ejercicio. Si bien el dato es elevado en comparativa histórica, está por debajo de los 65.220 millones contabilizados en 2022 y de los 59.425 millones computados en 2021. No obstante, estas operaciones se cerraron a un tipo medio del 3,74%, su umbral más bajo desde el pasado mes de mayo cuando cerró en el 3,71%, reflejando así la moderación del euríbor, aunque se mueve casi un punto porcentual por encima del 2,79% de finales de 2022, cuando el BCE apenas había anunciado el grueso de las subidas. 

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