Prepararán el terreno para el diálogo

Correos ficha a los exministros Gómez y Pimentel para lanzar su giro estratégico

Serrano apuesta por aligerar la transformación de la empresa postal en operador logístico integral tras el 'shock' del Covid-19 en medio de un clima de tensión con los sindicatos.

Correos ha fichado a los exministros Valeriano Gómez y Manuel Pimentel
Correos ha fichado a los exministros Valeriano Gómez y Manuel Pimentel
José González | Agencias

Valeriano Gómez, ministro de Trabajo en la recta final de la era Zapatero entre 2010 y 2011; y Manuel Pimentel, también ministro de Trabajo de breve mandato (entre 1999 y 2000), pero en este caso en la Administración de José María Aznar, serán los encargados de facilitar el proceso de negociación interna y posterior aprobación del nuevo Plan Estratégico de Correos, un documento crítico para el futuro de la empresa estatal que aspira a sentar las bases de su transformación desde su actual condición de operador postal tradicional a una nueva dimensión como gran gigante de la logística, según el plan trazado y apuntado varias veces en público por el presidente de la compañía, Juan Manuel Serrano.

El proceso se anuncia complicado, no sólo por la magnitud y las implicaciones del proyecto perfilado por Correos con la ayuda de la consultora Deloitte, sino también por el clima enrarecido de la relación de la compañía con los sindicatos CCOO y UGT a partir de una serie de episodios acaecidos durante la gestión de la crisis por la Covid-19. Es en este contexto en el que la empresa postal ha decidido recurrir a los servicios en condición de asesores externos de dos personalidades de gran reputación, reconocido prestigio y curtidos en decenas de negociaciones como Valeriano Gómez y Manuel Pimentel, según han confirmado a La Información diversas fuentes de la empresa postal, con el papel de allanar el terreno para habilitar un espacio de diálogo social en el que se pueda negociar la hoja de ruta a futuro de la compañía. Fuentes oficiales de Correos consultadas sobre el particular han declinado realizar declaración alguna al respecto.

Las fuentes consultadas indican, no obstante, que el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, ha comunicado esta misma semana al Comité de Dirección la contratación de los dos exministros en el marco de la reactivación del trámite del Plan Estratégico - que la Dirección de la compañía aspira a aprobar en el próximo otoño - y que de hecho Valeriano Gómez ya ha mantenido contactos preliminares en las últimas semanas con algunos de los actores que participarán en este proceso. 

En los últimos años y tras abandonar la política, Valeriano Gómez y Manuel Pimentel se han especializado en el mundo de la asesoría y consultoría estratégica en materia laboral. No es extraño verles coincidir en mesas de debate y páneles sobre el futuro de las relaciones laborales e incluso comparten algunos proyectos comunes como el Observatorio de Servicios Urbanos (Osur), la plataforma de promoción de los servicios municipales dentro de la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos. 

Mientras Valeriano Gómez se ha inclinado más hacia el ámbito de la consultoría estratégica, lo que le ha llevado a participar en diversos grupos de expertos y también a asesorar en proyectos de reforma del mercado laboral; Manuel Pimentel ha desarrollado una conocida y reconocida carrera como mediador en conflictos laborales, que le ha implicado en algunos de los más célebres como el exitoso arbitraje entre Aena y los controladores, la mediación entre Iberia y su plantilla o la más reciente de Endesa con el sindicato UGT, un papel que incluso le valió protagonizar una recordada campaña publicitaria de la marca Ikea. 

El difícil camino hacia el Correos del siglo XXI

Correos sentó la bases de su futuro el 24 de octubre de 2019. Ese día, la compañía emitió un comunicado que supuso el pistoletazo de salida para la transformación del operador postal público a partir de siete líneas estratégicas: potenciar su condición de Servicio Público, internacionalizar la actividad -un proceso al que se le ha dado un tremendo impulso desde la llegada de Juan Manuel Serrano con operaciones corporativas en Portugal y China-, redefinir el modelo logístico de la empresa, implantar un modelo eficiente para los 14.000 vehículos que componen la flota del operador postal, incidir en la productividad y la eficiencia de los procesos, estabilizar el empleo y mejorar su capacitación, y diversificar la cartera de productos y servicios de Correos. Meses más adelante, Serrano dio el siguiente paso: poner al frente del proceso como director de Operaciones a Avelino Castro, exejecutivo de Renfe y presidente de la filial de paquetería del grupo, Correos Express. 

El movimiento se hizo con la complicidad inicial de una parte del banco sindical y bajo una premisa básica: habría flexibilidad a la hora de reorientar parte de la mano de obra hoy dedicada al servicio postal al impulso de los otros servicios (logísticos, paquetería...) que prevé el Plan Estratégico, a cambio de recibir garantías sobre el mantenimiento de la plantilla. Sin embargo, la irrupción del coronavirus y sobre todo determinadas decisiones de gestión adoptadas por la empresa durante la crisis han sembrado la desconfianza y han provocado una profunda fractura con CCOO y UGT con réplicas a todos los niveles que amenazan el futuro del Plan Estratégico.

Fuentes del sindicato UGT consultadas sobre el fichaje de los dos exministros para 'engrasar' la aprobación del Plan Estratégico señalan que "el problema que existe hoy en Correos no se soluciona contratando la credibilidad de dos consultores o asesores o mediadores para convencer a los sindicatos sobre un plan que apenas conocemos, que está camuflado y cuyos aspectos esenciales se nos han ocultado de manera deliberada. La confianza se crea y se gana, no se sustituye". En parecidos términos se manifiestan desde Comisiones Obreras, sindicato mayoritario en el operador postal, desde donde observan el fichaje de los dos exministros como "una maniobra de marketing" y advierten de que "ni siquiera dos personas de ese prestigio serán capaces de resolver la situación de quiebra institucional y discrepancia profunda sobre el modelo de futuro de Correos que hay ahora mismo entre la empresa y los sindicatos".

El sindicato CSIF tiene una visión mucho menos crítica sobre el asunto. "Llevamos años esperando este plan estratégico y estamos ante una oportunidad única para aprobarlo. Nosotros creemos que es necesario para proyectar a Correos hacia el futuro y garantizar la estabilidad y la seguridad de los trabajadores. Pero también para abrirnos al mercado, diversificar nuestras líneas de negocio y sobre todo para ganar la libertad necesaria para tomar nuestras propias decisiones con independencia del Gobierno".

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