En la actualidad son cada vez más quienes apuestan por la compra de un coche eléctrico, ya que estos tienen algunas ventajas con respecto a los de combustión. Sin embargo, antes de optar por uno de ellos o por uno de combustión, conviene conocer los costes que van más allá de su precio de compra, como son los relacionados con el mantenimiento o reparación.
En lo que respecta a su mantenimiento, los vehículos eléctricos son más baratos, ya que son más simples que los de combustión. De esta manera, no cuentan con cientos de piezas como la correa de distribución, los pistones o las bujías, susceptibles de averiarse con el paso del tiempo.
Las diferencias de precio en los costes de reparación entre vehículos eléctricos y de combustión
Un estudio llevado a cabo por el Departamento de Energía de los Estados Unidos ha determinado que la diferencia en el precio de mantenimiento entre un coche de combustión y uno eléctrico puede alcanzar el 40% a favor de estos últimos. Sin embargo, si nos vamos a aspectos relacionados con la reparación de los mismos en caso de avería, las cosas cambian.
Si hablamos de reparaciones importantes como consecuencia de un accidente, es más caro reparar un coche eléctrico que uno de combustión, ya que, aunque en ambos casos nos encontramos con vehículos modernos dotados de las tecnologías más avanzadas, repletos de sensores, radares, cámaras y otros elementos ubicados por diferentes puntos de la carrocería, los eléctricos incluyen además baterías y motores eléctricos que aumentan la factura de reparación.
De esta manera, a través de diferentes estudios se ha podido concluir que la reparación de un vehículo eléctrico será superior a la de un coche medio, aunque no de forma exagerada. En este sentido, Mitchell, una empresa de software para talleres de reparación, determinó que el coste medio de reparación de un coche eléctrico ronda los 4.086 euros, mientras que en el caso de los vehículos de combustión se sitúa en 3.840 euros. De esta manera, nos encontramos con una diferencia de unos 250 euros de media a favor de los modelos de combustión, es decir, un 6%.
No obstante, todo cambia en función de los modelos que estemos hablando, puesto que, si se trata de un vehículo eléctrico de la firma Tesla, su coste medio de reparación alcanza los 5.070 euros, lo que significa un 27% más caro que el costo medio de un coche de combustión, o lo que es lo mismo, 984 euros más. La razón que motiva esta mayor diferencia tiene que ver con la tecnología asociada a estos coches, a la vanguardia en conectividad y seguridad, que hacen que se eleve notablemente el costo de las reparaciones.
De esta forma, a la hora de comprar un tipo de vehículo u otro, hay que valorar que los coches eléctricos necesitan menos mantenimiento que los de combustión interna, principalmente por tener menos partes móviles, pero en lo que respecta a las reparaciones, en algunos modelos puede haber grandes diferencias que, en este caso, juega a favor de los modelos de combustión.
