Cuentas de estadounidenses en bancos suizos serán declaradas al fisco de EEUU

  • Estados Unidos y la Confederación Helvética firmaron hoy un acuerdo mediante el cual las cuentas en bancos suizos de ciudadanos estadounidenses serán declaradas al fisco norteamericano.

Ginebra, 14 feb.- Estados Unidos y la Confederación Helvética firmaron hoy un acuerdo mediante el cual las cuentas en bancos suizos de ciudadanos estadounidenses serán declaradas al fisco norteamericano.

El acuerdo, que se realiza en base a la ley fiscal estadounidense conocida como FATCA, regula la transferencia de informaciones sobre haberes, y fue firmado hoy por el secretario de Estado para Asuntos Financieros Internacionales de Suiza, Michael Ambühl, y por el embajador estadounidense ante la Confederación Helvética, Don S. Beyer.

La declaración a las autoridades fiscales de Estados Unidos se hará con la autorización del titular de la cuenta o, en su ausencia, en base a la asistencia administrativa prevista por las convenciones de doble imposición, conocidas como demandas agrupadas.

Es decir, los clientes estadounidenses que rechacen que sus datos sean transmitidos no tendrán que ser anunciados a las autoridades nominalmente, ni tendrán que rescindir su relación financiera con el banco.

No obstante, Estados Unidos tendrá la posibilidad de pedir un proceso de asistencia administrativa con Suiza a través de demandas agrupadas.

De esta manera se descarta el intercambio automático de datos, algo que temía la patronal bancaria, por lo que, tras la firma del acuerdo la Asociación Suiza de Banqueros (ASB) ha saludado calurosamente el acuerdo, y ha alabado que tenga en cuenta "las particularidades" suizas.

"Ningún intercambio directo de informaciones no tendrá lugar entre las autoridades helvéticas y las estadounidenses", destacó la asociación de banqueros, recordando que sólo los bancos transmitirán a las autoridades estadounidenses las informaciones concretas sobre sus clientes.

El número de cuentas y la cantidad incluidas en ellas serán transmitidas por los bancos directamente al fisco estadounidense, un modelo que se aleja del pedido por países como Alemania, España, Francia, e Italia, que preconizan una base de datos centralizada y controlada por el Estado.

El acuerdo no tendrá un efecto retroactivo.

El trato es un mal trago para Suiza, según admitió la propia ministra de Finanzas helvética, Eveline Widmer-Schlumph, quien asumió que debían firmar el acuerdo porque el país no podía permitirse no plegarse a las exigencias de Washington a riesgo de perder espacio en el mercado estadounidense.

"Este acuerdo no nos pone contentos. Pero debíamos adoptar una solución pragmática. La plaza financiera suiza no puede sino aceptar las exigencias estadounidenses", aseguró la ministra al presentar la víspera el acuerdo.

Un aspecto que ha destacado la ASB, quien admitió que rechazar el acuerdo hubiera implicado "exponerse a desventajas competenciales de tamaño en el plano internacional que podría poner en peligro su propia existencia (de los bancos)".

De hecho, Suiza ha obtenido algunas concesiones por parte de las autoridades estadounidenses que han permitido que los seguros sociales, las cajas de pensiones y los seguros de daños y de cosas hayan quedado excluidos del campo de aplicación del acuerdo FATCA.

Cabe aún al Parlamento dar el visto bueno al acuerdo, para ello lo estudiará en las próximas semanas para que pueda ser votado en una sesión especial el próximo abril.

Pero el proceso no concluye ahí, dado que existe la posibilidad de que el pueblo se pronuncie en caso de que se lance un referéndum al respecto.

Por ahora los partidos de izquierdas apoyan el acuerdo, mientras que los más a la derecha lo rechazan.

Los opositores argumentan que cada vez más se acerca la posibilidad de acceder a un intercambio directo de datos, a lo que se oponen rotundamente.

Asimismo, alegan que una vez dado el paso con Estados Unidos, otras potencias, como la Unión Europea, podrá presionar para solicitar exactamente el mismo tiempo de acuerdo.

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