El AVE y las relaciones comerciales destacan en el dossier hispano-luso

Lisboa, 23 ene.- El AVE entre Lisboa y Madrid, suspendido desde junio, y la estrecha relación comercial hispano-lusa figuran como temas de interés en el encuentro de mañana entre el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y su homólogo portugués, Pedro Passos Coelho.

A pesar de que la agenda oficial de la reunión aún no se ha divulgado, la conexión ferroviaria entre las capitales ibéricas es un asunto pendiente desde que el Gobierno de Passos Coelho decidiese suspender esa infraestructura tras ganar las elecciones anticipadas de junio de 2011 frente a los socialistas.

El Ejecutivo conservador justificó esta medida por las dificultades financieras del país, que suscribió en mayo de 2011 un préstamo internacional de 78.000 millones debido a la asfixiante presión de los mercados.

Actualmente, Lisboa pretende impulsar un tren de mercancías en vez de uno de pasajeros de alta velocidad, como figuraba en el proyecto original del anterior Gobierno socialista.

No obstante, para no perder los fondos europeos ya asignados al proyecto, el Ejecutivo quiere plantear a Bruselas la puesta en marcha de una línea de "alta prestación" -con una velocidad de entre 200 y 250 kilómetros por hora frente a los 300 previstos- con prioridad al transporte de carga.

Entre las cuestiones que estarán encima de la mesa también aparecerá, previsiblemente, la estrecha relación comercial entre ambos países, que se intensificó durante la década pasada y que ha situado a España a la cabeza del ránking de inversores extranjeros en Portugal.

Con una cuantía de casi cuatro mil millones de euros entre enero y julio de 2011, cerca del doble que en el mismo período de 2010, España escaló del cuarto a primer inversor en suelo luso, por delante de Francia, Reino Unido, Holanda y Alemania.

Un total de 1.600 empresas españolas operaban en 2010 en Portugal, 400 más que las registradas en 2008, cuando el organismo elaboró el último inventario de compañías extranjeras.

De acuerdo a datos de 2010, Portugal es el tercer mejor cliente internacional de España y copa el 8,9 % de sus exportaciones.

Asimismo, el mercado español es el principal destino extranjero de los productos lusos y supone en torno al 25 % de las exportaciones portuguesas.

La reciente reconversión de las autopistas lusas, que de gratuitas pasaron a ser de pago, es otro de los asuntos que ha afectado recientemente a los ciudadanos de ambos países debido a la intensa relación económica en los dos lados de la frontera.

Conocidas en portugués por el acrónimo SCUT ("sin coste para el usuario"), estas vías han generado numerosas protestas, concretamente en la A-22 (fronteriza con Andalucía), la A-23 (que atraviesa la región del Alentejo, cercana a Extremadura), la A-24 (colindante con Galicia) y la A-25 (fronteriza con Salamanca).

Asociaciones y dirigentes regionales de ambos lados de la Raya, como popularmente se conoce a la frontera hispano-lusa, han pedido a Lisboa que revoque los peajes, pues denuncian que entorpecen la actividad comercial y turística de las áreas afectadas.

La recuperación de las Cumbres bilaterales -la última sucedió en enero de 2009 en Zamora- es otro punto que está por concretar.

Aquella Cumbre hispano-lusa, la vigésimo cuarta, sirvió para que ambos Gobierno, entonces socialistas, impulsasen el trazado del AVE y una red transfronteriza de centros tecnológicos conjuntos, el primero en Braga y el segundo en Badajoz.

Otro de los temas que ha involucrado a ambos países es el de la lucha antiterrorista, después de que en 2010 las autoridades portuguesas detuviesen a tres presuntos miembros de ETA acusados de montar un polvorín para futuros atentados.

Según informaron a EFE portavoces oficiales lusos, Rajoy y Passos Coelho prevén celebrar una reunión a las 17 horas GMT en Sao Bento, la residencia oficial de éste último, al término de la cual ofrecerán una rueda de prensa.