El cierre de Seròs abocaría a la minería de carbón a su práctica desaparición

  • Lleida.- La gran deuda que la empresa de Seròs (Lleida) Minera del Bajo Segre (Mibsa) tiene tanto con Hacienda como con su veintena de trabajadores, que hace siete meses que no cobran, hace temer el cierre de la explotación y, con ello, la práctica desaparición de la minería carbón en Cataluña.

El cierre de Seròs abocaría a la minería de carbón a su práctica desaparición
El cierre de Seròs abocaría a la minería de carbón a su práctica desaparición

Lleida.- La gran deuda que la empresa de Seròs (Lleida) Minera del Bajo Segre (Mibsa) tiene tanto con Hacienda como con su veintena de trabajadores, que hace siete meses que no cobran, hace temer el cierre de la explotación y, con ello, la práctica desaparición de la minería carbón en Cataluña.

Los responsables de la compañía tienen previsto anunciar mañana cuál será el futuro de la mina, popularmente conocida como La Canota y situada a unos trece kilómetros del núcleo urbano de Seròs, muy cerca de Carbonífera del Ebro, la otra explotación de carbón activa en Cataluña.

Tanto la plantilla como el Ayuntamiento de Seròs, no obstante, tienen pocas esperanzas de que la explotación, que hace varios meses que no produce, pueda hacer frente a la deuda pendiente y proseguir su actividad, teniendo en cuenta la crisis que atraviesa el sector y la dura competencia, inasumible desde el punto de vista del precio de la hulla, que representan algunos países extracomunitarios como Sudáfrica.

La situación económica de Mibsa es extremadamente delicada. Debe cerca de un millón de euros a Hacienda y ha intentado sin éxito aplazar el pago de esta deuda.

El Ministerio de Industria, por su parte, mantiene congeladas las ayudas a la mina leridana, por valor de 1,3 millones de euros, a la espera de que ésta salde sus deudas con la Agencia Tributaria.

Los principales perjudicados por toda esta situación son la veintena de trabajadores de la mina, a quienes Mibsa debe el salario de los últimos siete meses, entre 9.000 y 15.000 euros por persona.

La plantilla está en huelga desde el pasado 27 de septiembre y el delegado sindical de UGT en la empresa, Jesús Pi, ha puesto recientemente fin a once días de huelga de hambre para exigir el pago de los sueldos pendientes.

Pi, que tiene 47 años y hace 29 que trabaja en la mina, asegura que nunca había vivido una situación tan difícil como la actual.

"En estos años hemos tenido problemas, se ha reducido la plantilla, hemos hecho huelga de dos meses, pero una situación tan grave como ahora, nunca. Vamos al cierre forzoso de la empresa", señala a Efe Pi.

El delegado sindical reconoce que la situación de la mina, que funciona desde mediados del siglo XIX, es "agónica".

En un año "normal", Mibsa es capaz de producir más de 43.000 toneladas de carbón. Este 2010, sin embargo, la actividad extractiva ha sido prácticamente nula, ya que hay acumuladas más de 20.000 toneladas de carbón en 'stock'.

El motivo: toda la producción de Seròs se vende a la central térmica de Escucha, en Teruel, que hace ya tiempo que no compra lignito leridano porque "el importado sale más barato que el de aquí", según apunta Pi.

La situación de la otra mina de carbón de Seròs, la de Carbonífera del Ebro, con una plantilla de medio centenar de trabajadores, es afortunadamente distinta.

"Funciona muy bien, es modélica, y a pesar de haber tenido problemas ha mantenido las nóminas al corriente de pago", explica a Efe el alcalde de Seròs, Gabriel Pena (ERC).

El primer edil, que afirma que el municipio apenas está sufriendo el conflicto de la mina de Mibsa, ya que tan sólo uno de sus trabajadores es vecino de la población, es de los que opinan que La Canota acabará cerrando sus puertas tras más de 150 años de actividad.

"Estamos preparados desde hace tiempo porque la empresa no acaba de funcionar lo que desearíamos y ya preveíamos que esto pudiera pasar", asegura Pena, que precisa que el consistorio ha dejado de contar ya con los recursos económicos que le reporta la mina en vistas de su posible cierre.

Pena ha indicado, en este sentido, que los beneficios económicos que obtiene el municipio de la actividad de La Canota son muy minoritarios y se traducen básicamente en lo que reportan algunos impuestos, como el de actividades económicas (IAE).

No obstante, el cierre de la explotación haría también peligrar las ayudas que recibe Seròs del plan Míner -un millón de euros en el último año-, gracias al cual el pueblo ha podido construir un nuevo polideportivo municipal.

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