El Gobierno activa el plan de rescate de las constructoras

  • El ministro de Fomento, José Blanco, quiere que el Consejo de Ministros extraordinario de hoy dé luz verde al fondo de financiación de infraestructuras público-privado, dotado con 17.000 millones de euros y dirigido a levantar el caído sector constructor.
Ruth Ugalde

Hasta el último momento, José Blanco va a estar moviendo todos los hilos a su alcance para conseguir activar hoy el Fondo Extraordinario de Financiación Público-Privada, dotado con 17.000 millones de euros y que quiere utilizar para rescatar al sector constructor, con el objetivo de presentarlo oficialmente el próximo 7 de abril, justo después de Semana Santa..

Según ha confirmado lainformacion.com con varias fuentes implicadas, el ministro de Fomento llevará al Consejo de Ministros de hoy la propuesta de dar luz verde a este plan, tras haber conseguido desbloquear los problemas que tenía con Economía y con las empresas constructoras, con .

La cartera dirigida por Elena Salgado desconfiaba de este proyecto, por el riesgo de que Europa obligara a computar como déficit la deuda que sumirá el Estado, pero, finalmente, parecen que han conseguido acercar posturas.

A la espera de que Blanco presente el proyecto definitivo, fuentes inmersas en las negociaciones aseguran que el fondo se ha estructurado en dos partes. Una primera, que representa el 35% del fondo, compuesta por las aportaciones de capital que realizarán las empresas constructoras (20%) y el ICO (15%). La otra cara de la moneda de este proyecto es la deuda (créditos), que se repartirán entre el Banco Europeo de Inversiones (30%), diversas entidades financieras (15%) y el ICO (20%).

No obstante, el diseño final del fondo podría haberse cambiado por el siguiente esquema: un 50% corresponde al Banco Europeo de Inversiones (BEI), otro 25% al ICO y a entidades financieras privadas, mientras que el 25% restante lo sufragarán las constructoras y Fomento.

Este proyecto, que lleva meses encima de la mesa de las partes implicadas, ha necesitado superar dos escollos. El primero, las reclamaciones de constructoras y bancos para que se arreglen los problemas que tienen actualmente con algunas concesiones inviables, como las radiales de Madrid o la autopista M-12, que une la capital con el aeropuerto de Barajas. El segundo, la solicitud de avales del Estado o ingresos mínimos garantizados para embarcarse en la aventura de inyectar nuevos fondos a obra pública.

La mayor parte del nuevo fondo se destinará a financiar las obras del AVE (Alta Velocidad Española). Para enmarcarlas dentro del modelo de financiación público-privada, se sacará a concesión la construcción y mantenimiento de toda la supraestructuras (catenaria, electrificación, estaciones...), que representan aproximada la mitad de toda la inversión en alta velocidad. Sobre todo, porque conforme pasa el tiempo, el coste de las obras es menor y el de mantenimiento, mayor.

Según cifras de Seopan, la patronal de las constructoras, este fondo extraordinario aportará 283.650 nuevos empleos y una recaudación de 7.820 millones de euros–gracias a las prestaciones por desempleo que se ahorrará el Estado, las cotizaciones sociales que ingresará con los nuevos puestos de trabajo y al IVA-.

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