El Gobierno ve imprescindible agotar la legislatura para acabar las reformas

  • Santander.- El ministro de Fomento, José Blanco, dijo hoy en Santander que es "imprescindible" agotar la legislatura para culminar las reformas emprendidas por el Gobierno para la recuperación económica del país y para la creación de empleo.

Blanco dice que se hace un flaco favor a España poniendo en cuestión las cuentas
Blanco dice que se hace un flaco favor a España poniendo en cuestión las cuentas

Santander.- El ministro de Fomento, José Blanco, dijo hoy en Santander que es "imprescindible" agotar la legislatura para culminar las reformas emprendidas por el Gobierno para la recuperación económica del país y para la creación de empleo.

Entre dichas reformas destacó la del sector financiero, la de las pensiones y la de los convenios colectivos, aprobada el pasado viernes, que, en opinión del presidente del BBVA, Francisco González, no es lo "suficientemente ambiciosa" como para superar las deficiencias del actual sistema de negociación colectiva.

Blanco y González inauguraron hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (UIMP) el curso "El nuevo sistema financiero, las nuevas infraestructuras y nuevo mercado laboral", organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).

El ministro instó a los interlocutores sociales a seguir negociando la reforma de la negociación colectiva durante el periodo de su tramitación en el Congreso y se mostró confiado en que habrá diálogo con los partidos políticos tanto en esta materia como en la reforma de las pensiones y en los Presupuestos Generales del Estado.

Blanco hizo, en nombre del Gobierno, un ejercicio de autocrítica por las consecuencias de la crisis económica, pero pidió que también lo hicieran los empresarios, los sindicatos y los representantes del sector financiero porque todos han estado implicados en la evolución de la economía.

Insistió en que para terminar las reformas pendientes es "imprescindible" agotar la legislatura ya que no hacerlo significaría que muchas de esas reformas quedarían paralizadas y lo que necesita la recuperación económica es que no haya "parálisis".

González, por su parte, instó a acometer las reformas con urgencia porque, a su juicio, España no se puede "permitir" dejar de hacerlo ya que sigue siendo motivo de preocupación en los mercados.

"No podemos permitírnoslo", dijo González, para quien una buena reforma laboral es "absolutamente necesaria" para que se vuelva a generar trabajo, especialmente entre los jóvenes.

Por ello, el presidente del BBVA pidió que esta reforma sea "flexible" para acabar con la temporalidad y para que las empresas contraten.

Además, reclamó completar urgentemente cambios en materia de disciplina fiscal y del sector financiero.

Sobre esta cuestión, dijo que debe finalizar rápidamente su proceso de saneamiento y se debe identificar las entidades débiles, intervenirlas y subastarlas en condiciones de mercado, asegurando la entrada de gestión y capital privado solventes.

Todas estas medidas, añadió González, ayudarán a reducir la prima de riesgo española, que cerró hoy en 253 puntos básicos, el más alto al cierre de una sesión desde el pasado 11 de enero, algo que, a su juicio, "limita el crecimiento y bloquea la creación de empleo".

González también ha reclamado que se exponga con transparencia la situación de todas las administraciones locales y autonómicas y se asegure el compromiso de todas ellas con los objetivos de déficit.

En este sentido, el ministro de Fomento afirmó que se hace "un flaco favor" a España poniendo en cuestión las cuentas públicas que están sujetas a la intervención general del Estado.

Blanco negó que exista ninguna administración con una contabilidad "B" gobierne el PP o el PSOE.

En este sentido, González pidió al Gobierno y a la oposición que pospongan sus propios intereses a los del país e insistió en que España necesita que se tomen decisiones "rápidas" en aspectos laborales, financieros y fiscales.

"Llevamos mucho retraso y hay que pisar el acelerador" y, aunque dijo que España "no es Grecia ni Portugal ni Irlanda", sigue siendo motivo de preocupación para los acreedores.

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