Madrid, 27 sep.- "Encantado de ser homenajeado" en la Feria del Libro Viejo y Antiguo. Así se sentiría Antonio Mingote si estuviera vivo, según su viuda, Isabel Vigiola, quien ha cortado hoy la cinta inaugural de la XXIV edición de un certamen al que el dibujante, fallecido el pasado abril, no faltaba ningún año.
Precisamente por ser uno de sus visitantes más ilustres y asiduo la Feria del Libro Viejo y Antiguo, que se celebra desde 1989 en Madrid, ha querido homenajear al dibujante, escritor y académico de la lengua exponiendo al público todos los carteles originales que dibujo desde el primer año de la feria hasta la edición de 2011.
"Su pasión eran los libros", ha dicho hoy a Efe su viuda, quien ha recordado que recientemente un amigo del dibujante le ha mandado a su domicilio un ejemplar del periódico ilustrado "Madrid cómico" que él buscaba antes de fallecer en abril.
Vigiola guarda en su domicilio "dos pisos llenos de libros antiguos" comprados por Mingote, "llenos de anotaciones a mano" que -señala- debería dejar a buen recaudo para que cuando ella desaparezca "todo ese tesoro no se disperse", aunque es consciente de que el momento actual no es bueno "porque hay muy buenos proyectos pero no dinero".
La Feria, en el céntrico Paseo de Recoletos hasta el 14 de octubre, está organizada un año más por Libris (Asociación de Libreros de Viejo), en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, cuyo delegado del área de Gobierno de las Artes, Fernando Villalonga, ha recordado que el evento cultural más importante en Madrid es la Feria del Libro, con un millón de visitantes.
El presidente de Libris, Juan Molina, ha señalado que la crisis está afectando gravemente al sector, cuyas ventas han disminuido en los últimos años hasta un 20 %, y ha recordado que lo que ofrece esta feria es "un libro de capricho".
No obstante, ha señalado que los libreros, conscientes de la situación económica, se han visto obligados a rebajar los precios, y esta edición, debido también a la crisis, cuenta con 38 puestos, ocho menos que la anterior.
La mitad de los puestos corresponden a librerías de Madrid, mientras que el resto están repartidos entre distintas comunidades como País Vasco, Cataluña, Andalucía, Valencia o Aragón.
Entre las "joyas" que ofrece este año la Feria, muy visitada ya en la mañana de su inauguración, se pueden encontrar ejemplares originales de la emblemática revista de "La Codorniz" (1961) a tres euros, carteles publicitarios de principios del siglo XX desde diez euros, revistas de la República a 4 euros o pequeñas ediciones de los años 50 con clásicos como "Ivanhoe" por 3 euros.
Para los más clásicos existen ediciones completas de El Quijote, postales antiguas, muchas de ellas escritas por detrás (4 euros), o grabados al acero del mundo de la moda fechados en 1860 por 20 euros.
A pesar de que la Feria es visitada mayoritariamente por personas de edad avanzada, los jóvenes y niños amantes de la literatura también pueden encontrar auténticos tesoros, como recortables originales de muñecas de los años 60 (10 euros), películas de Walt Disney, cómics de Esther o tebeos de Mortadelo y Filemón.
Este año el libro de bibliografía editado con motivo de la Feria de Otoño es "Madrid es nuestro", una recopilación de anécdotas de la población vividas en el día a día durante la guerra civil.
En definitiva, medio millón de ejemplares, entre libros antiguos, ediciones raras o descatalogadas, grabados y ejemplares firmados a precios para todos los bolsillos dispuestos a hacer felices a quienes, al menos en términos literarios, añoran tiempos pasados.
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