El presidente canario crítica al PP y le acusa de fomentar la "crisis política"

Madrid.- El presidente canario, Paulino Rivero, ha lamentado hoy la crisis política que han generado PSOE y PP, partido con el que se ha mostrado especialmente crítico, y ha dicho que el "ruido político" hace que las medidas adoptadas por el Gobierno queden "devaluadas" y no generen confianza.

En su intervención en un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Economía, Rivero, que gobierna con el PP en su comunidad, ha acusado a este partido de actuar en Madrid de forma irresponsable con el único fin de llegar a La Moncloa.

A la conferencia de Rivero han asistido el ministro de Fomento, José Blanco; el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, y el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, así como parlamentarios de CiU y el PNV.

El acto no ha contado con la presencia de ningún dirigente del PP, hecho al que Rivero ha restado importancia porque "las agendas son muy complicadas" y ha recordado que Mariano Rajoy estuvo en su anterior conferencia en este foro.

Para el presidente del Gobierno canario, el atentado del 11 de marzo de 2004 abrió una "profunda crisis política" entre PSOE y PP, fractura que "no se ha recuperado" y que desde que se inició la crisis económica en 2007 está produciendo "un efecto perverso" en los ciudadanos.

Ha lamentado que desde 2004 no haya habido en España "ni un sólo acuerdo importante", necesarios -ha subrayado- para "abordar los retos que tiene el país por delante y para salir cuanto antes de la crisis".

Se ha referido en concreto a la reforma laboral, sobre cuya necesidad están "todos de acuerdo", ha recordado Rivero, para quien no se ha querido poner encima de la mesa propuestas alternativas para llegar a un acuerdo porque "lo que interesa es la degradación del adversario político".

Rivero ha recordado las dificultades que tiene su comunidad como región ultraperiférica y ha asegurado que los "asuntos de Canarias no se pueden frivolizar" y sus problemas deben ser considerados un asunto de Estado porque si no es así "se pueden convertir en un problema de Estado".

En este marco, ha criticado decisiones como la reducción de las subvenciones a los billetes de avión para los residentes canarios, aunque ha confiado en llegar a un acuerdo con Fomento sobre este asunto.

En cuanto a la economía, ha indicado que el objetivo de su Gobierno es que reactivar el turismo y atraer un millón de turistas más procedentes de mercados emergentes, lo que permitiría crear entre 25.000 y 30.000 nuevos empleos.

Sobre el Sáhara, Rivero ha dicho que le tranquiliza saber que Estados Unidos, tal y como le indicó su embajador en España, Alan Solomont, apuesta por que el conflicto se aborde dentro del marco de las resoluciones de Naciones Unidas y ha aprovechado para pedir un acuerdo entre PSOE y PP sobre la política exterior.

Por último, ha destacado el papel de los nacionalismos como "factor de estabilidad" y ha recordado que su formación apoyó, junto al PNV y CiU, al Gobierno de José María Aznar en 1996 en un ejercicio de "responsabilidad" que permitió emprender las medidas que colocaron a España como octava potencia del mundo.

"Ahora estamos en la misma situación: la necesidad de dar estabilidad al país, independientemente de las ideologías", ha apostillado Rivero.