¿Economía en campaña? Casado la hará el centro del discurso y Sánchez la obviará

Pablo Casado y Pedro Sánchez primer encuentro.
Pablo Casado y Pedro Sánchez primer encuentro.
EFE

Pedro Sánchez y Pablo Casado. Solo se han reunido un día desde que el socialista llegó a La Moncloa pero en sus gabinetes se miran de reojo, diseñando toda la estrategia en base a lo que haga su rival. El viejo bipartidismo se la juega el 28-A. En Ferraz y Génova creen que uno de los dos será el próximo presidente del Gobierno, lo que explica la campaña que están diseñando en ambos cuarteles generales. La economía entrará en el discurso, aunque con distinta intensidad.

En el PSOE son partidarios de dejar las cifras económicas de un lado, explican fuentes del Comité Federal.. O, al menos, que no sea uno de los asuntos centrales de la campaña. Y es que los 'gurús' socialistas, encabezados por Iván Redondo, creen que el voto de los españoles se va a decidir por otros motivos más políticos. En Ferraz han diseñado una maratón de eventos "por tierra" (actos electorales) y "por aire" (los mensajes que se transmiten en los medios de comunicación), según la terminología interna.

El engranaje que está engrasando Redondo y su equipo ha planteado una campaña en tres actos: durante la actual precampaña y los primeros cinco días de campaña los socialistas intentarán cuidar a los indecisos, ese 20-25% de españoles que, según las encuestas, todavía no sabe si irá a votar y a quién apoyará. "Movilizar a los nuestros", dicen en referencia a ese histórico votante del PSOE. El Jueves Santo la campaña se va a paralizar prácticamente. Y en el sanchismo hablan de cuatro días consecutivos "de reflexión", hasta el Domingo de Resurrección. Son cuatro jornadas en las que Sánchez y sus ministros seguirán de campaña. Nadie, salvo la ministra Nadia Calviño, se irá de vacaciones.

En el Gobierno trabajan con la idea de que Sánchez acuda a dos debates televisivos. Son partidarios, en este momento, de no dejar la silla vacía, como hizo Mariano Rajoy en los últimos comicios enviando a Soraya Sáenz de Santamaría a uno de ellos. Así, en la primera semana, está previsto un 'cara a cara' con Pablo Casado y, en la segunda, un debate a cinco, ya con el resto de candidatos. Ambos eventos han sido organizados por Atresmedia y Mediaset, respectivamente.

Será, en definitiva, una campaña atípica en la que Sánchez quiere recorrerse toda España. En Canarias está pensando en visitar cuatro islas en apenas unas horas: Tenerife, Gran Canaria, La Palma y La Gomera. Lo nunca visto porque los socialistas se la juegan y cualquier provincia es clave.

Precisamente en los últimos días de campaña se producirá un hito que en el PSOE ya han previsto. El día 25, a escasas horas del gran cierre, se conocerán los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2019. Será un momento en el que los socialistas sí hablarán de economía, siempre y cuando las cifras de creación de puestos de trabajo acompañen a los socialistas.

¿Y después del 28-A? La constitución de las Cortes (el 21 de mayo) coincidirá con la campaña de las municipales, autonómicas y europeas, un calendario en el que ya está trabajando Ferraz. Es en ese momento cuando entra en juego Josep Borrell, el cabeza de lista de los socialistas para el Parlamento comunitario. Sánchez quiere utilizar a su ministro de Exteriores como 'ariete' contra Ciudadanos en base al cordón sanitario que han fijado contra él. Será el momento de jugar otra partida de ajedrez.

La campaña del PP: "Sánchez es como Zapatero"

En el PP, por su parte, sí quieren hablar de economía en campaña. Lo tienen claro. La idea fuerza será: "El programa económico de Sánchez pasa por subir el gasto y los impuestos, es lo mismo que Zapatero". Quieren llamar a los socialistas "el partido de la recesión", según indican fuentes populares, para situar a Pablo Casado como "un valor seguro para España".

Casado, por cierto, ha dado plenos poderes a Daniel Lacalle en esta precampaña. Será su principal cabeza económica en actos electorales y en debates mediáticos. No habrá ni rastro, en cambio, del que fue mano derecha de Rajoy en materia presupuestaria, Cristóbal Montoro, cuya presencia no está prevista en ningún acto del PP.

Génova planteará, en definitiva, una campaña en clave presidencialista (o Sánchez o Casado) pero también con el objetivo de frenar la fuga de votos hacia Vox: "Cuanto más Vox, más Pedro Sánchez" es el mensaje que transmitirán en sus mítines. La clave para los populares pasa por concentrar el voto en ellos. "Si quieres echar a Sánchez no dividas el voto" será otra idea fuerza que transmitirán. 

Mostrar comentarios