Empiezan los trámites en la UE para aprobar el acuerdo pesquero con Marruecos

Mercedes Salas

Madrid, 27 sep.- El Parlamento Europeo (PE) debatirá el próximo jueves en Bruselas sobre el nuevo acuerdo pesquero con Marruecos, lo que escenifica el inicio de los trámites dentro de la Unión Europea (UE) para su ratificación, un proceso que España espera que pase rápido y con éxito.

La comisión de Pesca de la Eurocámara analizará el proyecto de reglamento del convenio suscrito en julio, en Rabat, por los negociadores europeos y marroquíes.

Cuando se haga realidad, permitirá faenar a unos cien barcos españoles en aguas del país norteafricano durante cuatro años.

Hoy, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha insistido en Casablanca (Marruecos) en la importancia del acuerdo para los pescadores y, desde el punto de vista político, para las relaciones bilaterales hispano-marroquíes.

El protocolo debe ser aprobado formalmente por Marruecos y por la UE.

En el caso europeo, necesita el visto bueno del Consejo de Ministros (representantes de los Gobiernos) y del Parlamento Europeo, y es esta última institución la que más preocupa a España por los posibles escollos.

La española Carmen Fraga (PP) será la encargada de redactar el informe que votará la Eurocámara, lo que parece un buen punto de partida.

Pero el reto está en convencer al PE, que fue quien precisamente vetó el último protocolo, en diciembre de 2011, por considerar que no respetaba lo suficiente los derechos de las poblaciones del Sahara occidental.

Arias Cañete y su homólogo marroquí, Aziz Akhannouch, se han reunido hoy con los operadores pesqueros de ambos países para hablar sobre el acuerdo.

El titular marroquí no dio fechas sobre la ratificación y Arias Cañete ha confiado en que la aprobación europea se produzca a finales de año.

Por otra parte, el pleno de la Eurocámara examinará otro arreglo pesquero importante para España, el de Mauritania, durante la sesión del 7 al 10 de octubre en Estrasburgo (Francia).

El convenio suscrito en verano de 2012 entre la UE y Mauritania ha sido muy controvertido, por sus restricciones para la flota europea, que apenas está aprovechando un 15 % de los 70 de las licencias ofrecidas.

El pacto excluyó a los cefalopoderos (pulpo) y restringió tanto el acceso a los marisqueros, que provocó que abandonaran las aguas mauritanas; España se ha mostrado muy crítica con dicho convenio.

Pero ahora hay división entre la flota española tras la última comisión euro-mauritana celebrada hace una semana en Nuakchot, donde hubo avances favorables para una parte de las categorías de pesca.

Las mejoras benefician a los marisqueros andaluces, ya que les permitirán retornar al caladero mauritano, pero por el contrario, siguen fuera los cefalopoderos, lo que suscita rechazos de los armadores de Galicia y Canarias.

Por otro lado, en el ámbito nacional, el Ministerio de Agricultura prepara un proyecto para modificar la Ley de Pesca Marítima, en aspectos como las sanciones, la igualdad de género o la regulación de la pesca-turismo.

El Ministerio baraja elevar hasta 600.000 euros la cuantía máxima de las multas por "infracciones muy graves" de las leyes, como la explotación ilegal de los mares o la obtención fraudulenta de subvenciones, según un borrador, al que ha tenido acceso Efeagro.

Por otro lado, la patronal de fabricantes Anfaco ha difundido esta semana nuevos datos, según los cuales el valor de exportaciones españolas de conservas y semiconservas de pescados y mariscos han aumentado un 3,26 %, durante los siete primeros meses de 2013, hasta 434,2 millones de euros.

Las conservas de atún son el principal producto exportado, con un valor de 388,8 millones de euros, si bien las ventas exteriores de caballa en lata han aumentado un 75 % y las de sepias y calamares un 42 %.

Para las industrias, es fundamental el mercado europeo, donde se ven amenazadas por la competencia desleal de Tailandia, líder mundial en la venta de atún enlatado.

Por ello, el Congreso de los Diputados ha aprobado una declaración para pedir que las conservas de atún queden fuera de las negociaciones comerciales entre la UE y Bangkok, de forma que no haya apertura de fronteras a las latas tailandesas.