Cuando se ha cruzado ya el ecuador del despliegue del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, los empresarios siguen encontrando cuellos de botella a la hora de acceder a las ayudas vinculadas a los Next Generation que, advierten, pueden condicionar también el éxito de la parte del programa que queda por ejecutar, los 83.000 millones de euros en condiciones ventajosas asociados a la Adenda. En concreto, reclaman que el sector público agilice la publicación de convocatorias y su resolución y que se reduzcan las trabas administrativas.
En el marco de las jornadas 'España: 2024, un año de hitos para los Fondos Europeos', organizadas por la CEOE y PwC en Madrid, el líder de la patronal, Antonio Garamendi, ha recordado que el actual es un "momento importantísimo para ver dónde estamos" de cara al despliegue de la segunda parte del plan. Al acto ha acudido la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que ha "tomado nota" de las peticiones de los empresarios, recordando también que "la flexibilización y la descarga burócratica" tiene que ser "compatible" con los controles exigidos por la Comisión Europea a los países.
"Se trata de un volumen de recursos que requiere que todos seamos responsables y demos debida cuenta de ellos. La IGAE y todos los organismos de fiscalización están a pie de terreno para garantizar que el dinero público va donde tiene que ir", ha sentenciado la ministra de Hacienda. Por su parte, el responsable de la consultora, Gonzalo Sánchez, ha recordado que la inversión va a ser el componente de la demanda (junto con el consumo) que muestre una recuperación más tardía en relación a los niveles prepandemia.
Esta variable que tanto a nivel público como privado sigue muy débil, alrededor de siete puntos por debajo de los niveles previos a la Covid, puede comprometer "el crecimiento a corto plazo y también las perspectivas de crecimiento a largo plazo", según alertaba recientemente Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorros, al presentar la actualización de sus previsiones económicas.
Esta misma semana la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) advertía de que, si bien desde su puesta en marcha y hasta el cierre del primer trimestre se han formalizado contratos y subvenciones por valor de 32.052 millones de euros, algo más del 84% de los pagos recibidos de Bruselas (que ascienden a 38.080 millones), en ese mismo periodo apenas se habrían desembolsado un total de 18.900 millones de euros. Ese es, según el organismo fiscalizador y en términos de Contabilidad Nacional, en montante de los fondos europeos que habría llegado ya a la economía real.
"Hay margen importante para acelerar la ejecución de los fondos"
En este sentido, el secretario General de CEOE, José Alberto González Ruiz, ha aprovechado su intervención en las jornadas para incidir en que todavía existe un "margen importante para acelerar en la ejecución" de los desembolsos, sobre todo después de que se haya registrado una cierta ralentización en su despliegue desde abril del año pasado.
Ha reclamado, además, que se aproveche el efecto tractor de las grandes empresas sobre la economía y en relación a las pymes y ha puesto en valor que la mayor implicación del sector financiero en la ejecución de los préstamos de la Adenda "va a facilitar esa mayor agilidad y capilaridad" para que los fondos lleguen a las empresas más pequeñas. El "buen funcionamiento" de los préstamos ICO durante la pandemia debería ser igualmente un ejemplo para su tramitación.
Sin embargo, el contexto de incertidumbre también tendrá su impacto en este sentido. María Abascal, directora general de la patronal bancaria AEB, considera que el sector financiero está preparado para recoger el guante, pero advierte de que el principal reto será que haya demanda de crédito, puesto que este se ha desacelerado y se está dando, además, entre las empresas un fuerte proceso de desapalancamiento. Esto sucede en un contexto en que los tipos de interés permanecen en máximos desde 2001 en la Eurozona.
El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Israel Arroyo, ha asegurado que el Plan de Recuperación está teniendo una distribución por tipo y tamaño de empresa muy positiva, dado que según los cálculos que maneja el Ejecutivo cerca del 40% de los fondos ya ejecutados van a parar a pymes. Según ha dicho, en sus primeros años el programa ha permitido dar cumplimiento a los objetivos de sus siglas, entre ellos la transformación.
Así, ha valorado que la economía no sólo está avanzando más que las de su entorno, sino que está creciendo de manera distinta a como lo hizo en otras etapas recientes, con el tirón de actividades que generan más valor añadido, con superávit exterior y sin que haya sectores que estén acumulando riesgos en el corto plazo.
