Unos 10.000 euros por hectárea 

La factura de los incendios que arrasan el país: 2.000 millones para sofocarlos

En España ha ardido ya este año una superficie tres veces superior a la media registrada durante los últimos quince años. 

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La factura de los incendios que asolan España: 2.000 millones en sofocarlos. 
CONTACTO vía Europa Press

España arde por los cuatro costados. De Finisterre al Cabo de Gata y del Cabo de Creus a Ayamonte. En lo que llevamos de verano se han quemado ya en nuestro país casi 200.000 hectáreas en 319 incendios. Tres veces más que la superficie media quemada anualmente en los últimos quince años, 66.965 hectáreas, y más que toda la superficie quemada en el segundo año más ‘negro’ del siglo, 2012, con 189.376. A 22 de julio ha ardido ya este año el 0,4% de la superficie total de nuestro país y el 6% de la provincia de Zamora en dos grandes incendios, el de la Sierra de la Culebra y el de Losacio, más de 60.000 hectáreas. Un desastre humano, social y económico que ha supuesto ya para el Estado, solo en las labores de extinción del fuego, una factura de casi 2.000 millones de euros.

La intervención de medios humanos y materiales para apagar un incendio forestal supone un gasto cercano a los 10.000 euros por hectárea. Así se cuantificó en la jornada ‘Incendios forestales ante el cambio climático’ organizada por el Gobierno de Navarra. Una cifra establecida para incendios, como los que asolan el país en estos momentos, y en los que intervienen medios terrestres y aéreos. Y es que la tarifa de los helicópteros de extinción puede alcanzar los 6.000 euros la hora y los 4.000 en el caso de los hidroaviones. Un coste aproximado, que varía según las distintas administraciones autonómicas. Así, por ejemplo, la Junta de Castilla y León cifra que un operativo destinado a extinguir un fuego que esté compuesto por dos agentes medioambientales, dos helicópteros, dos cuadrillas helitransportadas, dos vehículos autobomba y dos cuadrillas terrestres se acerca a los 7.000 euros por hectárea.

Si tenemos en cuenta que a según el Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS) a las 10.30 horas del viernes 22 de julio habían ardido en España en lo que llevamos de año 199.651 hectáreas y dando por buena las cifras del coste de extinción del Gobierno de Navarra, una de las comunidades que más ha sufrido la destrucción de las llamas este verano, el Estado se habría gastado ya casi 2.000 millones de euros en únicamente en labores de extinción. A los que habría que añadir los costes de reforestación y recuperación del terreno y del espacio vegetal, labores que pueden tardar años, incluso décadas.

Jorge Vega, presidente de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (ADENEX), considera, por ejemplo, que para recuperar la zona boscosa de Las Hurdes tal y como estaba antes del gran incendio sufrido a principios de julio harán falta "entre 10 y 50 años". El fuego que asola nuestros montes es pues un mal negocio medioambiental y económicamente. En un año normal, que no es este precisamente, se destinan 1.000 millones de euros al año en España, entre todas las administraciones, a poner en marcha medidas de extinción de incendios, según la asociación ecologista WWF.

El fuego puede devorar un bosque en unas horas, pero este mismo bosque pueden tardar medio siglo en regenerarse tras un incendio o más debido a que los que sufrimos son los llamados por los expertos incendios de ‘sexta generación’, que son los producidos, en parte, por el cambio climático, “que se caracterizan por una evolución difícil de predecir y el colapso del sistema de extinción”, según Sandra Saura Mas, investigadora del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF). “A ello se le une que los bosques han crecido en extensión y frondosidad debido a la poca gestión forestal, carecen de cortafuegos por la ausencia de actividades agrarias y pastoriles y hay, a la vez, un aumento de la presencia humana en zonas naturales”.

Los daños ambientales que produce un incendio son enormes e “imposibles de cuantificar”, según los colectivos ecologistas. Incluso, alguno de ellos son intangibles, pero muy costosos a medio y largo plazo. La tasa de monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno enviados a la atmósfera, los peores contaminantes para la biodiversidad y para las personas, a medio plazo conlleva enfermedades respiratorias, lo que en términos económicos es un aumento del gasto sanitario que se podría evitar. Otro efecto es la fijación de carbono (la capacidad que tiene un bosque para transformar el CO2 en materia orgánica), que deja de producirse al desaparecer árboles o la desaparición de especies.

Además, está el coste en vidas humanas. En los incendios que asolan España este verano han perdido la vida ya tres personas, todas ellas brigadistas. También hay que tener en cuenta la afectación en viviendas y explotaciones agrarias y ganaderas: animales calcinados, casas arrasadas, aguas contaminadas, tierras baldías… Madera que se deja de utilizar para producción; caída del turismo, que se ve reducido en las zonas calcinadas... Sin ir más lejos, el fuego en las localidades orensanas de O Courel, Valdeorras y Oímbra se ha llevado por delante decenas de casas y el de El Pont de Vilomara, en Barcelona, quemó 47 casas según los bomberos de Cataluña.

Y luego está la reforestación. Según el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, reforestar un monte quemado puede costar entre 1.500 y 2.000 euros según la especie a repoblar. Así, si hablamos de que de las 200.000 hectáreas quemadas en España hasta ahora se podrían repoblar unas 70.000, una tercera parte, estaríamos hablando de un coste superior a los 100 millones de euros.

Lo cierto es que un gran incendio como los que estamos sufriendo este año en España ‘arrasa’ con la biodiversidad y con el modo de vida de los habitantes de las zonas que los sufren. "Madera, caza, setas, miel, colmenas, turismo, han arrasado con nuestro patrimonio. Esto era la España vaciada y ahora, además, es la España arrasada”. Javier Blanco vive en Riofrío de Aliste (Zamora) zona que sufre, un mes después el incendio de la Sierra de la Culebra no está oficialmente extinguido, el mayor fuego que haya habido nunca en España desde que existen registros con cerca de 30.000 hectáreas quemadas. Y donde ahora se suma otro incendio gigantesco, el de Losacio. Y la gente, “hemos dicho basta ya”, cuenta un vecino. “Por eso hemos creado la plataforma ‘La Culebra no se calla’”. Porque la Culebra sigue ardiendo como casi España entera y eso tiene un alto precio. Solo en apagar el fuego 2.000 millones de euros.

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