Vas a seguir sudando la gota gorda al 21% de IVA: fracasa la iniciativa para que la carga sobre los gimnasios vuelva a situarse en el 10%, el nivel reducido que abandonó en 2012, por las necesidades recaudatorias de una España imbuida en plena crisis.
El Congreso de los Diputados rechazó este miércoles la proposición no de ley del Grupo Mixto para reducir el tipo impositivo a los servicios deportivos por 14 votos en contra del PP, nueve abstenciones del PSOE y 13 a favor, del Grupo Mixto, Ciudadanos, PNV y Podemos.
El Gobierno se deshace, por tanto, de la presión del Congreso para rebajar el IVA de los gimnasios y no ha concretado si tomará la decisión con la aprobación de los nuevos Presupuestos, matiz que los populares querían incluir en la fracasada propuesta de ley.
Según los cálculos de la diputada del PdCat Miriam Nogueras, encargada de defender la iniciativa, calificó de debastadoras las consecuencias del aumento impositivo de 2012, que calculó en “13 puntos desde que el PP está en el Gobierno, muy por encima de la media europea”.
“La subida de impuestos ha desincentivado la práctica del deporte e incide negativamente en la salud de la sociedad”, continúo con su argumento la diputada del Pdecat. El grupo parlamentario catalán citó además un estudio del propio Ministerio de Sanidad que indica que la incentivación del deporte puede reducir un 10% el gasto sanitario. El PP, que en palabras de su portavoz, José Alberto Herrero, “comparte la radiografía del sector”, rechaza
El PSOE se abstuvo por considerar que “una reducción de impuestos requiere un estudio detallado” y, según explicó el diputado Javier Antón, prefiere discutir la fiscalidad de los servicios deportivos cuando se modifique la Ley del Deporte, una de las promesas del PP para esta legislatura.
La patronal de empresarios de instalaciones deportivas ya hizo su particular petición a Cristóbal Montoro en diciembre pasado. La FNEID insistió al ministro en la necesidad de aprovechar los Presupuestos de 2018 para revertir la subida de 2012. Pero la respuesta a esta fecha es que Montoro fio ayer a la primavera la fecha previsible para llevar las cuentas al Congreso pero no descarta gobernar vía decretos, por lo que la aprobación de nuevos Presupuestos es todavía hoy una cuestión en entredicho.
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