París, 17 nov.- Francia colocó hoy un total de 9.700 millones de euros en deuda a corto, medio y largo plazo, aunque a tipos de interés mayores que en operaciones precedentes.
El resultado final fue relativamente mejor de lo esperado, sobre todo porque el diferencial del bono a diez años entre Francia y Alemania había alcanzado antes del mediodía un nivel superior a los 200 puntos básicos.
Después de la subasta, ese diferencial -en niveles máximos desde mediados de 2009- cayó por debajo del listón de los 200 puntos y en torno a las 14.00 horas locales (13.00 GMT) quedaba en alrededor de los 181 puntos básicos.
La Bolsa de París se situaba entonces en valores negativos, cerca de un 1,4 % a la baja en su índice general, el CAC-40, en línea con lo que ocurría en otras plazas europeas.
El Tesoro francés logró colocar entre los inversores un total de 9.700 millones de euros en las emisiones de obligaciones a corto, medio y largo plazo, aunque en todos los casos a mayor interés que la anterior emisión.
En la subasta de los títulos a medio plazo el tipo de interés aumentó hasta el 2,82 %, frente al 2,31 % anterior, logrado en la adjudicación del pasado 20 de octubre.
La emisión a diez años, muy esperada por el mercado después de que el diferencial franco-alemán se disparara, alcanzó un tipo de interés del 2,32 %, según los datos del Tesoro, frente al 3,79 % que alcanza en el mercado secundario.
El bono a diez años queda por encima del 1,48 % de la subasta del 20 de octubre y también alcanzaron tipos de interés superiores a los precedentes las otras emisiones de hoy.
El bono a dos años pasó del 1,31 % al 1,85 %; el de cuatro años se colocó al 2,44 %, frente al 1,96 % y el bono a cinco años (BTANi, vinculado a la tasa de inflación) subió al 1,78 %, en comparación con el 0,73 %.
En total, el Tesoro colocó 950 millones de euros en bonos a dos años; 1.069 millones a cuatro años; 1.625 millones a cinco años (BTANi al 2,25 %); 3.332 millones a cinco años (BTANi al 2,50 %); 545 millones para el bono a cinco años ajustado a la inflación y 529 millones a diez años.
Los seguros contra la suspensión de pagos de deuda (credit default swap o CDS), que miden la confianza que despierta en los inversores las emisiones de deuda francesa a cinco años, también alcanzaron hoy niveles récord, nueve puntos básicos por encima del nivel de la víspera.
La tensión sobre el mercado de la deuda gala surge en medio de las diferencias entre París y Berlín en cuanto al papel que ambas capitales consideran que deben tener el Banco Central Europeo (BCE).
Mientras que la canciller federal alemana, Angela Merkel, insistió hoy en que la intervención del BCE para solucionar la crisis de la eurozona no es una opción, los dirigentes franceses mantuvieron silencio antes y después de la subasta de deuda.
Solo la víspera la ministra gala de Presupuesto, Valérie Pécresse, apeló al papel de estabilidad financiera de la institución europea, además del de vigilancia sobre el euro y la estabilidad de la moneda única.
Pero la prensa francesa insistió en la permanencia de esa distancia entre las dos grandes economías europeas, a la que se vincula con los problemas que atraviesa el mercado de la deuda ahora ya en la mayoría de los países de la eurozona.
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