¿Fregar a mano o en lavavajillas? La mejor opción para ahorrar y acabar con el debate

El precio de la luz de este domingo 17 de septiembre de 2023 baja y por primera vez esta semana los clientes de la tarifa regulada vinculados al mercado mayorista podrán utilizar sus electrodomésticos y pagar cuatro euros megavatio por hora durante gran parte del día. Es el mejor momento para poner la lavadora, utilizar la vitrocerámica o poner el lavavajillas. Alrededor del uso de este electrodoméstico en particular hay un debate nacional que sin duda se da en muchos hogares. Son muchos los que mantienen que se gasta mucha menos dinero si se friega a mano. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recoge el guante y zanja el debate. 

La OCU ha hecho la prueba para saber cómo se gasta más, si fregando a mano o en el lavavajillas. Agua caliente, estropajo, detergente, luz, pastillas para el lavavajillas... Ambas modalidades implica un gasto en el presupuesto del hogar y la Organización ha ido examinando punto por punto. El primero, el consumo del agua. Según su estudio el lavavajillas gasta entre 10 y 15 litros, lo que supone un consumo de 0,01749 euros y fregar a mano hasta 60 litros -dependiendo también del hábito de cada uno de cerrar o no el grifo para enjabonar- y el gasto se dispara a 0,1 euros. 

El mayor punto del consumo se lo lleva calentar el agua tal y como están los precios del gas y la electricidad. Aquí vuelve a ganar el lavavajillas en algunos casos porque consume menos y tiene que calentar menos cantidad.  Pero donde sí sale más económico lavar a mano es a la hora de comprar los productos que requiere. No es lo mismo pagar un friegaplatos que todo lo que requiere el lavavajillas: pastillas, sal y abrillantador. 

Otra ventaja que sí destaca la OCU es que utilizar el lavavajillas, si podemos, es más higiénico. Con la elevada temperatura que se alcanza en el interior se eliminan las bacterias que pueden generar los restos de comida. Aclara que esto no quiere decir que fregar a mano no sea higiénico pero los grados de temperatura juegan a su favor. El tiempo y la comodidad también juegan a favor de lavar los platos a máquina.