Ahora H2MED

El Gobierno amplía el plazo del BarMar y cree que podría estar listo para 2030

Sánchez, Macron y Scholz volverán a reunirse en Alicante el próximo viernes para decidir el calendario, las fuentes de financiación y las cuestiones de costes relacionadas con la ejecución del proyecto.

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Democrático, Teresa Ribera.
El Gobierno amplía el plazo del BarMar y cree que podría estar listo para 2030.
EDUARDO PARRA

El Ministerio para la Transición Ecológica ve improbable que el corredor submarino de energía verde BarMar -ahora H2MED- esté finalizado en menos de cuatro o cinco años, y habla de 2030 como la fecha más factible para que esté listo si finalmente la Unión Europea lo declara Proyecto de Interés Común. 

Y es que, explican fuentes del Ministerio, los procesos de tramitación de infraestructuras transeuropeas como esta, que conectaría Barcelona y Marsella, pueden dilatarse entre uno y dos años, una espera a la que habría que añadir el visto bueno definitivo de los países y después, la construcción. De ahí que miren al año 2030 como el horizonte más probable, porque es el plazo que -estiman- técnicamente puede llevar una infraestructura de este tipo.

El pasado 20 de octubre, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, António Costa, cerraron el acuerdo que debe materializar este conducto submarino para transportar inicialmente gas y, en unos años, hidrógeno verde.

Tal como informaron entonces, los tres mandatarios volverán a reunirse en Alicante el próximo viernes, 9 de diciembre, con motivo de la cumbre euromediterránea que se celebrará en esta ciudad, para decidir el calendario, las fuentes de financiación y las cuestiones de costes relacionadas con la ejecución del proyecto. Aunque por el momento se desconocen las peculiaridades técnicas del H2MED, las mismas fuentes apuntan a que el corredor podría transportar un 10% del objetivo total de hidrógeno renovable fijado por la Unión Europea en su plan RePower EU.

El documento, presentado el pasado mayo, establece un objetivo de 20 millones de toneladas de hidrógeno renovable para 2030, de los cuales 10 millones corresponderían a producción nacional y los otros 10 millones, a importaciones, a fin de sustituir el gas natural, el carbón y el petróleo en sector difíciles de descarbonizar.

Por lo pronto, la Comisión Europea se encuentra a la espera de que los tres países desarrollen y comuniquen los detalles técnicos. Según manifestó el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Tim McPhie, Bruselas está preparada para apoyar proyectos que cumplan con las metas del Repower EU, aunque recordó que la normativa vigente no permite financiar con recursos europeos infraestructuras para transportar combustibles fósiles.

Por el contrario, sí que lo hace para proyectos de hidrógeno, una de las grandes apuestas del bloque para la transición energética. Teniendo en cuenta este aspecto, España confía en que el corredor forme parte de la lista europea de Proyectos de Interés Común, cuya próxima actualización está prevista para noviembre de 2023.

Autonomía estratégica

Asimismo, las fuentes insisten en que España se quiere convertir en un país productor de hidrógeno verde -generado a partir de electricidad 100% renovable-, lo que le permitiría sustituir su consumo interno de hidrógeno gris, el más frecuente, especialmente en refinerías, y que produce emisiones.

A su vez, esta circunstancia redundaría en un beneficio para el resto de socios europeos, a los que se podría ofrecer este vector energético a bajo precio. No obstante, admiten que ciertos proyectos, como el transporte de hidrógeno a través de tubería desde países del norte de África, se presentan como una de las opciones con menor coste. Aun así, entienden que el Viejo Continente debe evitar los errores del pasado y apostar por su autonomía energética.

Mostrar comentarios